Existen en la práctica de las correcciones faciales dos áreas de riesgo a tener muy en cuenta en la transmisión de enfermedades: los ojos y la boca; por lo que que hay que seguir una serie de normas que todo profesional debe conocer y respetar.
La práctica de la micropgimentación (correcciones faciales de cejas, ojos y labios) requiere de una estrecha relación con los clientes. La seguridad e higiene son, entonces, determinantes a la hora de prevenir la transmisión de enfermedades.
Existen en la práctica de las correcciones faciales dos áreas de riesgo a tener muy en cuenta en la transmisión de enfermedades: los ojos y la boca; por lo que que hay que seguir una serie de normas que todo profesional debe conocer y respetar.
Infecciones que se pueden transmitir
La práctica de las correcciones faciales implica riesgos a considerar. Los más importantes corresponden a la preparación, conservación y manipulación del equipo de maquillaje.
– En la piel: impétigo, infección bacteriana que se extiende con gran facilidad y pústulas. Se transmite por no desinfectar las esponjas.
– En los ojos: conjuntivitis bacteriana o vírica, ésta última muy peligrosa. Se transmite por las máscaras de pestañas y los lápices dermográficos o productos delineadores que se aplican en el ojo.
– En la boca: herpes simple y todas las enfermedades que se puedan transmitir por la saliva o por la sangre, en el caso de labios agrietados o cortados. Se transmite por no esterilizar el pincel de labios e inroducirlos directamente en el cosmético correctivo.
Productos y métodos de desinfección
Los diversos materiales con los que se fabrican los elementos para el maquillaje correctivo (metal, goma espuma, madera) hacen que su desinfección y esterilización deba ser específico para cada tipo, ya que algunos aparatos o productos pueden atacar o destruir estos materiales.
– El lavado con jabones bactericidas y fungicidas.
– La inmersión en solución de glutaraldehido al 2%. Debe cambiarse cada 15 ó 20 días. Los útiles se sumergen totalmente en la solución: 12 minutos para desinfectar y 3 ó 4 horas para esterilizar.
– El flameado con un mechero.
– Materiales descartables: bastoncillos de algodón, toallitas de papel, guantes, mascarillas, diseñador desechable.
– Materiales que hay que esterilizar: esponjas para desmaquillar.
– Lavar las esponjas con jabón, enjuagar y sumergir en una solución de glutaraldehido al 2% durante 3 horas.
– Sacar con pinzas o protegiendo las manos con guantes de látex, lavar con abundante agua, dejar secar y conservar en condiciones hasta la próxima aplicación.
Útiles y herramientas
Útiles que hay que esterilizar: los metálicos (pinzas de depilar, cúter), pincel de labios, cepillo/peine, afilador, espátulas.
Los metálicos se pueden flamear con un mechero durante varios segundos, dejar enfriar. También se pueden lavar y sumergir en glutaraldehido.
– Útiles que hay que desinfectar: pinceles y brochas.
– Lavar los pinceles y brochas con jabón, enjuagar y sumergir durante 12 minutos en glutaraldehidoal 2%.
Para una buena conservación de los pinceles, dejar en una servilleta de papel con el pelo bien peinado, porque los palos de los pinceles se pueden deformar y ya no servirán.
Cosméticos de color
– Los correctores: si su forma cosmética es líquida o fluida, se coloca una pequeña cantidad en una bandeja de plástico descartable y de ahí se toma con el aplicador. Si es compacto pero cremoso, usar espátula metálica y de ahí se toma con el aplicador.
– Los lápices delineadores de labios y ojos se deben afilar con un cúter o afilador esterilizado antes de cada aplicación a un nuevo paciente.
– Cuando se utilizan los mismos pigmentos en la micropigmentación, se pueden aplicar con diseñador desechable.
Materiales y equipos
– Mobiliario: higiene y desinfección diaria y entre cada cliente.
– Lencería: sábanas, mantas, etc. Se usará material descartable.
– Útiles: pinzas de depilar, cepillo/peine de cejas, esponjas, etc. Se procederá a su esterilización.
– Sustancias químicas, tóxicas y gases: deben ir identificados con la simbología que determina la legislación y ubicados en lugares alejados de fuentes de calor. Disponer de hojas de información de uso, qué hacer en el caso de intoxicación y cómo almacenarlos a disposición de todo el personal.
– Cosméticos: deben tomarse con espátulas desinfectadas y el sobrante debe desecharse. Se deberá observar cualquier signo de irritación o alergia. En ese caso, se interrumpirá inmediatamente el proceso y se anotarán en la ficha técnica, para inmediatamente después remitir a una consulta especializada.