Si bien este tipo de trastorno cutáneo suele ser un poco difícil de tratar, la industria cosmética ofrece distintas alternativas y variedad de productos que se pueden utilizar, entre ellos están las cremas hidratantes especialmente indicadas para pieles oleosas.
Al mirarse al espejo es muy habitual, como poco deseado, encontrar rasgos de piel grasa; un tipo de dermis (capa interna de las dos capas cutáneas principales, sienda la exterior la epidermis) que surge con una apariencia muy brillosa y que suele tener mayor preponderancia en la zona de la nariz o la frente, y que, a posteriori, puede derivar en la aparición de comedones (comúnmente llamados espinillas o puntos negros) y acné.
Por eso es importante conocer sus causas y consecuencias, así como las mejores formas de combatirla, entre las que se destaca el uso sistemático y rutinario de cremas dermocosméticas específicas, que puede complementarse con otros recursos adicionales, fuera y dentro del hogar, como tratamientos profesionales y cuidados personales.
A continuación, un repaso general de las distintas opciones sobre estas alternativas.
Causas y consecuencias de la piel grasa
Lo primero que hay que decir sobre la piel grasa es que el cuerpo la produce de forma natural para combatir la sequedad y hacer frente a diversos agentes alternos.
Entre las causas más habituales que la generan pueden mencionarse el estrés, los cambios hormonales, las condiciones ambientales y la mala alimentación. En este último punto debe tener en cuenta que, por ejemplo, las carnes rojas, los azúcares, las harinas, las frituras y el exceso de sal pueden producir mucho sebo, aumentando así la grasitud cutánea.
Otras causas pueden ser genéticas, la sobrelimpieza o el uso de ciertos cosméticos como los maquillajes con base grasa, que obstruyen los poros y pueden causar la aparición de acné.
La mejor manera de combatir la piel grasa es evitar que aparezca. Para ello es necesario una buena alimentación y cumplir con dos rutinas diarias de limpieza cutánea, siendo recomendable utilizar productos específicos, como un gel limpiador y un tónico facial purificante, que ayudan a la eliminación de toxinas y suciedades (contaminación, sudor, sebo).
Sin embargo, no todo es tan malo para las personas con mayor cantidad de piel grasa: también suelen tener menos cantidad de arrugas cuando envejecen.
Tratamiento dermocosmético
Si bien este tipo cutáneo suele ser un poco difícil de tratar, la industria cosmética ofrece distintos recursos y productos que se pueden utilizar, entre ellos están las cremas hidratantes especialmente indicadas para pieles grasas.
Así, a la hora de elegir un producto, es importante tener en cuenta que, además de su efectividad, al mismo tiempo cumpla con una serie de cuidados básicos, como mantener la piel siempre limpia. Además de utilizar tónicos que ayuden a eliminar el aspecto de «suciedad» en el rostro.
Lo importante de este tipo de cremas es que sean hidratantes y que no incluyan componentes que añaden más grasa a la piel o que puedan obstruir los poros.
Por eso, resulta fundamental que tengan componentes antibacterianos, no comedogénicos y astringentes, lo que significa que el producto cuente con la capacidad de resecar, cicatrizar y regular las inflamaciones.
Al mismo tiempo, también es recomendable lavar el rostro dos veces por día, a la mañana y a la noche, con un gel limpiador.
Productos específicos y efectivos para piel grasa
Marcas de dermocosmética tales como Isdin, La Roche Posay, Vichy, Avene, Eucerin y Caviahue cuentan con investigaciones y desarrollo de productos para este tipo de piel que permiten reducir sus efectos y atacar no solo la patología. sino también la apariencia que genera la piel oleosa.
Dentro de las variedades de cremas hidratantes con la que se puede combatir este problema, una de las más utilizadas es el gel crema equilibrante de Isdin Acniben, que tiene la capacidad de ayudar a reducir las imperfecciones y de equilibrar la piel gracias a su alto contenido en zinc. Además, cuenta con una rápida absorción y no deja residuos grasos.
Otra de las opciones es la Mascarilla Pieles Avene Cleanance Grasas Acné, que elimina las impurezas y suaviza el tacto de la piel. Además, está libre de aceites y contiene gluconato de zinc, un componente clave para eliminar las impurezas y suavizar el tacto de la piel.
Un producto muy utilizado también es la crema hidratante La Roche Posay. Elaborada sin conservantes, brinda un alivio tan intenso como duradero para las pieles ultrasensibles y con tendencia grasa.
Además, también se pueden utilizar distintos productos de Vichy, como por ejemplo el Tratamiento Hidratante Vichy Aqualia Thermal Ligera, elaborado con una dosis precisa para la rehidratación cutánea.
Por otro lado, otra opción más que eficiente es la Eucerin AQUAporin Active, un innovador humectante facial que mejora el sistema de hidratación a través de una fórmula libre de parabenos, no comedogénica y de rápida absorción.
Finalmente, Caviahue Crema Facial con Urea es otra posibilidad muy efectiva, ya que es un producto de alta duración que devuelve la suavidad y la elasticidad a la piel. Además, su fórmula no contiene aceites, parabenos ni fragancias que puedan interferir en el tratamiento.
Un problema, muchos recursos
Si bien el uso de productos cosméticos adecuados es uno de los recursos más prácticos y eficientes, tampoco es el único. También existen otras alternativas para ayudar a combatir esta situación con un alto nivel de efectividad.
Entre ellas, la adopción de rutinas de belleza, higiene y cuidado de la piel para protegerla de las agresiones externas, así como de hábitos alimentarios más saludables que colaboren en mejorar la calidad y la salud cutánea.
Todas estas alternativas son válidas para lograr el cometido: eliminar la piel grasa y su efecto brillante del rostro, tan propenso a la generación de comedones y a la aparición de acné.
Por eso, y más allá de la posibilidad de acceder a los productos de una u otra marca cosmética, todas estas variables son opciones eficaces para combatir un problema que, por distintos motivos y condiciones, se ha vuelto cada vez más recurrente.
