La atriquia congénita, tambien denominada alopecia total aislada, es una rara enfermedad del desarrollo del cabello. Suele ser de de transmisión hereditaria recesiva, aunque a veces, también, se dan casos de transmisión dominante. Raramente se ven casos esporádicos.
La atriquia congénita, tambien denominada alopecia total aislada, es una rara enfermedad del desarrollo del cabello. Suele ser de de transmisión hereditaria recesiva, aunque a veces, también, se dan casos de transmisión dominante. Raramente se ven casos esporádicos.
En la mayoría de casos de atriquia congénita, el individuo, cuando nace, tiene cabello. Sin embargo, éste empieza su caída entre el primer y sexto mes de vida. Es posible que vuelva a crecer hasta los 5 años de edad antes de que se produzca la pérdida permanente. Entonces, el pelo ya no vuelve a crecer pero se pueden encontrar escasos folículos pilosos.
La atriquia congénita es muy difícil de encontrar, en ocasiones se la asocia con defectos ectodermales o puede formar parte de algún síndrome. Las personas que padecen atriquia congénita no corren riesgo de padecer otras alteraciones ectodérmicas.
El trastorno se caracteriza por la pérdida completa del pelo en los primeros meses de vida. Sin embargo, puede darse una alopecia completa ya en el momento del nacimiento.
Las restantes localizaciones pilosas del cuerpo también pueden estar afectadas, pero es más frecuente que existan cejas, pestañas, vello púbico y axilar, aunque en cantidad escasa.
En la vida adulta, los folículos pilosos están ausentes o muy disminuidos en número (incluso cuando el cabello es normal al nacer), con glándulas sebáceas también pequeñas.
Es aconsejable que, ante cualquier indicio de problema capilar, consultar inmediatamente con un especialista.