La clave de los trastornos capilares en los tratamientos de cáncer es el daño en la dinámica regenerativa de la papila dérmica, que rige los ciclos del pelo y multiplica las células de rápido crecimiento que forman el tallo piloso. Controlar la caída del cabello ayuda a sobrellevarlos. La quimioterapia y la radiación son los dos tipos de tratamientos más comunes contra el cáncer. Ambos actúan destruyendo estas células de rápido crecimiento.
Sin embargo, también pueden dañar otros tipos de células de rápido crecimiento sanas (como las de la sangre o las del cabello) junto con las células cancerosas, causando así reacciones adversas o efectos secundarios.
La clave de este problema está, sin dudas, en el daño que producen en la dinámica regenerativa de la papila dérmica, encargada de regir los ciclos del pelo y multiplicar las células de rápido crecimiento que formarán el tallo piloso.
Al dañarse, el volumen capilar puede disminuir, debilitarse, modificarse estructuralmente la forma y el color y hasta provocar caída de cabello.
La caída del cabello (y del vello) puede suceder en todo el cuerpo, incluida la cabeza, el rostro, los brazos, las piernas, las axilas y el área púbica. Y puede caerse por completo, lentamente o por partes.
También puede suceder que el cabello simplemente se afine (a veces, de manera imperceptible) y opacarse o deshidratarse.
Después del tratamiento su crecimiento quizás sea un poco más lento. Y hasta que el cabello vuelva a la normalidad puede demorar hasta 12 meses.
Control de la caída del cabello
Aprender a controlar la caída del cabello antes, durante y después del tratamiento puede ayudar a sobrellevarlo.
Para algunas personas la caída del cabello debido al tratamiento para el cáncer puede no significar nada más que un simple cambio en su apariencia física.
Sin embargo, en otros casos también puede significar un reto emocional capaz de afectar tanto su imagen como su calidad de vida.
Por eso es importante que los pacientes puedan hablar sobre el tema, ya sea con un terapeuta o con familiares, amigos o alguien que ya haya pasado por esa experiencia.
Efectos secundarios y cuidados paliativos
El manejo de los efectos secundarios, como la caída del cabello, es un aspecto importante de la atención y el tratamiento para el cáncer. Esto se denomina “cuidados paliativos”.
En principio, es preferible cortarse el pelo antes de comenzar el tratamiento, ya que el llevarlo más corto puede hacerlo parecer más abundante, así como también puede hacer que su caída no resulte un cambio tan drástico.
Existen en el mercado productos específicos naturales y tratamientos tricológicos no invasivos para aplicar en gabinete. Están orientados a recuperar la calidad y el crecimiento del cabello.
Como el cuero cabelludo también es piel, sufre igualmente las consecuencias, quedando generalmente sensible y enrojecido o irritado.
Por ende, los productos y tratamientos estarán enfocados a conseguir efectos calmantes, descongestivos, hidratantes y con un pH 5.5 equilibrado para que el pelo recupere cuanto antes su vitalidad.
Estos productos y tratamientos deben empezar a usarse como mínimo 45 días después de haber finalizado el tratamiento.
Siempre se debe consultar al equipo médico acerca del control de la caída del cabello o cómo sobrellevarla a partir del tratamiento contra el cáncer.
Cuidados durante el tratamiento
Algunos de los puntos más importantes a tener en cuenta en el cuidado del cabello y del cuero cabelludo durante el tratamiento para el cáncer son los siguientes:
– Usar un shampoo suave libre de sulfatos y parabenos y sin perfume.
– Aplicar únicamente sobre el cuero cabelludo, masajeando suavemente sin friccionar el cabello.
– Secar el cabello con toalla, sin frotarlo ni estrujarlo. Sólo como un efecto esponja para evitar dañar la fibra.
– Utilizar siempre peines con dientes anchos y de doble hilera para evitar tironeos y enredos.
– Evitar el uso de secador de pelo con aire caliente.
– No olvidarse de proteger el cuero cabelludo con un protector solar específico al salir al aire libre o al sol. También son aconsejables los pañuelos y sombreros para sumar a la protección.
– Utilizar gorros o pañuelos durante los meses de frío para conservar el calor corporal.
– Evitar todo tipo de tratamiento estético de calor y químico (tinturas, alisados, permanentes, etc.)
– Siempre consultar al médico antes de utilizar o consumir cualquier producto para el crecimiento del cabello.
Cuidados post tratamiento
Cuando el cabello vuelve a crecer es importante tratarlo con cuidado.
El nuevo cabello será mucho más fino y se dañará con mucha más facilidad que el original.
También es posible que vuelva a crecer con una textura o un color diferentes.
Adrián Acuña
Tricólogo
Director del Instituto del Cabello (Argentina)
Fundador del Grupo Latinoamericano de Tricología Cosmética
Más info:
Instituto del Cabello
Tel. (54 11) 5354-9751