Basada en la estimulación facial para aumentar la circulación sanguínea, regular la parte química del cuerpo y tratar el estado emocional, esta técnica se utiliza con éxito en tratamientos cosmetológicos, ya que al presionar y estimular puntos y zonas en el rostro, logramos tensar los músculos faciales e irrigar las líneas de expresión.
Es una nueva técnica basada en la estimulación facial para aumentar la circulación sanguínea, regular la parte química del cuerpo y tratar el estado emocional. Una variante de la conocida reflexoterapia podal pero aún más efectiva.
Existen claras evidencias de que hace poco mas de 4.000 años, culturas tan antiguas como la egipcia y la china, entre otras, ya utilizaban la reflexología como una verdadera disciplina de la recién nacida ciencia médica.
Papiros en muy buen estado de conservación muestran cómo entre los egipcios era muy común la práctica de la reflexología podal, así como la aplicación de la reflexología a las palmas de las manos.
En 1913, el médico William Fitzgerald, tras estudiar aquellas viejas técnicas, empezó a aplicar lo que él mismo llamó «Zone Therapy» o Terapia Zonal, con la que logró reducir, y en ocasiones eliminar, el dolor en algunas partes del cuerpo.
Casi al mismo tiempo, otros dos pioneros de la reflexología moderna en Estados Unidos, los doctores Edwin Bowers y George Starr, desarrollaron y aplicaron las técnicas de la reflexología en su tarea diaria.
Terapéutica natural
La reflexología facial es un método terapéutico natural.
El rostro posee 1.200 terminaciones nerviosas pertenecientes al Sistema Nervioso Central.
Estas zonas reflexológicas se comunican con los órganos internos, las glándulas, el aparato circulatorio y el sistema linfático y se conectan también con los canales energéticos, llamados meridianos por la Medicina China.
Esta técnica se realiza a través de presiones manuales en el rostro y cráneo, obteniéndose resultados más rápidos sobre la parte mental y emocional, porque se logra el equilibrio del sistema nervioso.
En Medicina, la reflexología facial puede servir de apoyo en casos de: parálisis facial; fibromialgia y neuralgias; epilepsia; autismo; daños cerebrales; desequilibrios hormonales; problemas posturales; esterilidad; problemas de columna; estrés y depresión; coordinación motora; tartamudez o dislexia; falta de concentración, memoria; angustia, crisis de pánico y fatiga mental.
También se utiliza con éxito en tratamientos cosmetológicos, ya que al presionar y estimular puntos y zonas en el rostro, logramos tensar los músculos faciales e irrigar las líneas de expresión. La piel de la cara se vuelve luminosa y radiante, con vida, se alisan las líneas, realizándose así un lifting facial totalmente natural.
La creadora
Hace 21 años que Lone Sorensen, creadora de esta técnica, empezó a interesarse por el rostro porque “no obtenía suficientes resultados con la reflexoterapia podal en algunas patologías”.
En marzo de 2003, Sorensen recibió tres títulos de nobleza de la OMHS (Organización Mundial Humanitaria para la Salud) por sus trabajos con la reflexoterapia en la Argentina.
Actualmente, enseña sus técnicas en España, Inglaterra, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Holanda, Italia, México, Argentina y Japón.
Diferencias entre reflexología podal y facial
Respecto a la diferencia entre reflexología podal y facial, el Dr. Marcelo López, médico y refléxologo, explica que “El impulso logrado por la estimulación de una terminal nerviosa en el rostro es mucho más eficaz que el logrado por la estimulación de un punto en el pie por una razón muy sencilla: en la facial, las terminales nerviosas no sólo se encuentran más cerca del cerebro, sino que, además, cuando se estimula un punto nervioso en el rostro, dicho impulso va directamente al cerebro y sigue su camino hasta la zona reticular. Por polaridad inversa, ese estímulo vuelve de la retícula al cerebro, con una carga doblemente mayor a la del estímulo podal, que intensifica su efectividad y su calidad”.
En la actualidad, la reflexología es muy conocida y practicada en todos países del mundo, está reconocida como medio de curación efectiva para muchas enfermedades y es utilizada como apoyo en el tratamiento de otras muchas.