Consecuencia de excesiva humedad y calor, mala alimentación y falta de higiene, estas infecciones superficiales son producidas por hongos dermatofitos que se reproducen principalmente en la epidermis debido a que esta contiene queratina, una proteína que es muy rica en azufre.
Las infecciones por hongos en el cabello pueden afectar a personas de todas las edades, sobre todo a los niños hasta su pubertad.
Ocasionan serias molestias a quienes padecen este tipo de problemas capilares, que también puede afectar a la piel del cuerpo y a las uñas, así como a las cejas y a las pestañas.
Tinea capitis, tiña capitis o tiña de la cabeza es la denominación médica para estas infecciones superficiales del cuero cabelludo y del pelo que son producidas, generalmente, por los hongos dermatofitos, de los géneros Microsporum y Trichophyton.
Estos hongos se reproducen principalmente en la epidermis debido a que esta contiene queratina, una proteína que es muy rica en azufre.
Hongos Trichophyton mentagrophytes.
El contagio se produce por el contacto directo con gatos o perros que están infectados. Pero también a través de elementos como cepillos, sombreros, respaldo de asientos, almohadones o al caminar descalzos por suelos contaminados por los hongos.
Síntomas
Los síntomas más comunes que permiten detectar, en este caso, los hongos en el pelo, pueden ser:
– Círculos rojizos, con cierta descamación en el cuero cabelludo, que luego pueden formar puntos con pus y aparición de costras amarillas, a medida que avanza la infección.
– Pérdida de pelo, como si hubieran sido cortado a ras del cuero cabelludo o grupos de cabellos que se caen fácilmente si se tira de ellos.
La infección también se puede extender hacia el cuello y el rostro, y producir inflamación de los ganglios linfáticos, que conlleva fiebre, dolor de cabeza o vómitos.
Tratamiento
Esta enfermedad del cuero cabelludo requiere para desarrollarse de aspectos como excesiva humedad y calor, una alimentación inadecuada y la falta de higiene.
Por esta razón es importante, para tratarla, mantener la piel limpia y seca y una completa higiene corporal.
El tratamiento también se acompaña con el uso de fármacos de vía oral y con medicamentos de vía tópica.
Los expertos insisten en que la aplicación de lociones y champú directamente en la zona afectada no es suficientes, por lo que es importante combinarlos con medicamentos como griseofulvina e itraconazol, entre otros.
Tan pronto como se experimenten los síntomas se aconseja una visita al dermatólogo o a centros especializados en el cuidado del cabello, para comenzar el tratamiento a tiempo con el fin de evitar que la enfermedad se propague a otras partes del cuerpo.
Se recomienda siempre contactar a especialistas que podrán realizar un diagnóstico adecuado para cada caso.