Los efectos de brillo y opacidad, combinados adecuadamente con el buen uso del color, son las claves para un buen maquillaje profesional que se diferencie de uno autodidacta y no técnico. Podemos clasificar a los efectos en tres grandes grupos: mate, satinado e irisdiscente.
Conocer las diferencias entre los efectos finales de las bases, las sombras, los polvos y los labiales sobre la piel permite realizar maquillajes bien equilibrados, con agradable composición y equilibrio visual.
Los efectos de brillo y opacidad, combinados adecuadamente con el buen uso del color, son las claves para un buen maquillaje profesional que se diferencie de uno autodidacta y no técnico.
Podemos clasificar a los efectos en tres grandes grupos, sabiendo que en el medio de estas categorías hay un gran espectro: mate, satinado e irisdiscente.
1) Mate
Es cuando los productos no refractan luz alguna.
Las bases llamadas oil free producen este acabado, ya que no poseen contenido de lípidos y están formuladas, básicamente, con agua.
Tanto en los polvos faciales como en las sombras, será la ausencia de partículas satinadas o iridiscentes lo que hará que se aprecien sin brillo alguno.
Este resultado es ideal para las pieles oleosas, ya que quienes tienen este tipo cutáneo suelen detestar la grasitud constante de su piel, siendo una buena manera de minimizar ese problema.
Atención en este punto: no mencionar el efecto «mate» con el término «opaco».
Lo opaco es una mala palabra en nuestro metier. Refiere a un maquillaje deslucido, sin luz y nada tiene que ver con el efecto de lo matificado.
Puede lograrse, para el rostro, un acabado mate sobre cualquier base, aun si ésta no fuera oil free, aplicando polvos volátiles o compactos que, desde ya, estén libres de partículas brillantes.
Las sombras mate suelen tener la dificultad de ser poco adherentes, por lo que se sugiere adherirlas a una película de primer o corrector en crema a fin de lograr una cobertura plena que no suelte los polvos.
En cuanto a los labiales mate, los hay en varios formatos (en barra, líquidos y en pasta) y formulados básicamente con mucha carga de pigmento fundido en distintos tipos de ceras.
2) Satinado
Cuando el producto presenta un suave satín que no compite con el color, siendo ambos igualmente protagonistas, estamos en presencia de un cosmético satinado.
Las formulaciones llevan escamas de pigmentos nacarantes basados en mica y pigmentos naturales que proporcionan brillo perlado a bases, labiales, lip gloss y sombras compactas o cremosas de ojos.
Cuando se elije trabajar con este tipo de efectos, lo ideal para una buena composición es optar por un solo eje donde aplicar el brillo satinado (piel, ojos o boca) a los efectos de lograr atracción en uno de los puntos y ecualizar la devolución del satin.
De esta manera se logran sectores luminosos combinados con zonas mates y un producto final equilibrado.
En pieles arrugadas o con accidentes, la distribución de un suave velo de satín ayudará a disimular las imperfecciones ya que la refracción de la luz que producen las partículas hacen difuminar ópticamente las texturas.
3) Irisdiscente
Es brillo fulgurante y protagonista, dejando en un segundo orden al color.
Es un efecto utilizado en general en sombras de ojos en makeups de fiestas o en maquillaje fantasía.
Conlleva expertise en la aplicación porque sus partículas brillantes son muy volátiles y suelen desprenderse de donde hayan sido aplicados si no se utilizó una correcta técnica de adherencia.
Habitualmente su formulación es una mezcla de glitters con pigmentos de calcio de borosilicato.
Se trata de un pigmento brillante que se obtiene del cristal y está libre de aluminio. Esta combinación permite conseguir brillo y efectos únicos.
La elección de productos con brillo nos obligan a una composición cuidada porque limita (a excepción de que se trate de una producción de moda o fotográfica, en las que se busque precisamente ese exceso).
Poner brillo en los ojos y también en los labios podría llegar a resultar una estética recargada. Todo dependerá del efecto visual que se pretenda alcanzar.
Una última recomendación: si trabajamos con sombras satinadas o iridiscentes, es conveniente aplicarlas únicamente en el párpado móvil y no pretender llevarlas al párpado superior.
Si se está ante un ojo encapotado, la refracción de la luz de estos productos pueden llegar a dar mayor volumen a la zona que, en verdad, deberíamos corregir con sombras mates oscuras.
Fotografía:
– Maquillaje y peinado: Marisa del Dago
– PH: Rafa Cantero.
– Modelo: Melanie Ovalle
– Vestuario: Cristina Fernández Tablado.
– Producción general: Guillermo Cattáneo.
Marisa del Dago.
Maquilladora. Disertante y docente Internacional.
Más info:
Whatsapp: (54911) 5636-8777
estudiomarisadeldago@gmail.com