Un punto de referencia importante para el desarrollo de la fisioterapia fue el florecimiento de la cultura helénica. A partir de Grecia, el empirismo en el cual se había basado hasta entonces todo acto terapéutico, deja paso a un enfoque más racional de entender la salud y la enfermedad y, en consecuencia, del tratamiento.
La historia de la Fisioterapia se debe entender desde el conjunto de actuaciones, métodos y técnicas que, de forma personal o colectiva, se han basado en el empleo de los agentes físicos dentro de situaciones histórico-sociales diferentes con el fin de promover la salud.
Así, desde el hombre primitivo encontramos referencias a tratamientos naturales o basados en agentes físicos para combatir la enfermedad asociadas, en un principio, a rituales mágico-religiosos.
En la Antigua Mesopotamia, una casta sacerdotal llamada Asu era la encargada de realizar el tratamiento mediante agentes físicos y también mediante la fitoterapia.
En el Antiguo Egipto, por su parte, esta función recaía en la figura de los llamados Sinú, sanadores laicos.
Existen numerosas referencias al uso de agentes físicos como agentes terapéuticos en la cultura que se desarrolló en el Valle del Indo, en el 1500 a. C., así como en la antigua China.
En la América Precolombina, los Aztecas desarrollaron métodos terapéuticos basados en el agua en sus baños de vapor (temazcalli), de la misma manera que los Mayas con sus baños de sudor (zumpulche).
Sin embargo, un punto de referencia importante para el desarrollo de la fisioterapia fue el florecimiento de la cultura helénica. A partir de Grecia, el empirismo en el cual se había basado hasta entonces todo acto terapéutico, deja paso a un enfoque más racional de entender la salud y la enfermedad y, en consecuencia, del tratamiento.
Surgimiento de la Terapéutica Física
Hipócrates, padre de la Medicina Occidental, puede considerarse también como uno de los grandes impulsores de la Terapéutica Física, alejándola de las prácticas religiosas y acercándola a posiciones más experimentales. Su filosofía terapéutica era la de “ayudar a la naturaleza”, esto es, impulsar mediante medios naturales las fuerzas de autocuración del cuerpo (Vis Naturalis Medicatrix).
En el tema del movimiento como agente terapéutico (Kinesioterapia), Hipócrates desarrolló maniobras de corrección de las incurvaciones del raquis de causa externa, mediante compresiones, tracciones y manipulaciones.
En el campo del masaje como agente terapéutico (Masoterapia) describió la llamada anatripsis, o “fricción hacia arriba”, que aplicaba para realizar drenajes vasculares.
Asímismo, impulsó métodos gimnásticos preparatorios para el fortalecimiento de las extremidades en el arte de la caza, el deporte y la guerra, método que posteriormente perfeccionaría Herodio en su tratado “Ars Gimnástica”.
Aristóteles, por su parte, consagró sus esfuerzos en este campo al estudio de la Kinesiología, o ciencia del cuerpo humano en movimiento, y al estudio de la marcha humana.
En el campo de la Electroterapia, o Electricidad como Agente Terapéutico, realizó experiencias con descargas eléctricas de pez torpedo (tremielga), que aplicaba para los ataques de gota, método que después populizarían los romanos.
La Civilización Romana desarrolló esta herencia terapéutica del mundo helénico. Así, el masaje era práctica habitual en el Imperio, y se realizaba antes y después de los baños, de gran auge en aquellos días, a cargo de los llamados frictori y ungüentarii.
Celio Aureliano introduce la hidrokinesiterapia (gimnasia acuática), y la suspensión-terapia (kinesiterapia con pesas y poleas), así como pautas para ejercicios postoperatorios y dolencias reumáticas como la artritis, entre otras.
Asclepíades desarrolló ejercicios terapéuticos basados en el movimiento activo y pasivo, así como los llamados “baños colgantes”.
La figura principal de esta época, sin embargo, fue Galeno, que describió una gran variedad de ejercicios terapéuticos con sus parámetros de vigor, duración, frecuencia, uso de aparatos, y parte del cuerpo interviniente, así como gimnasia planificada del tronco y los pulmones, para la corrección del tórax deformado cifótico o escoliótico.
En la actualidad, gracias a los avances de la tecnología, y fiel a su historia y tradición, la Fisioterapia dispone a su alcance del uso de numerosos agentes físicos (masaje, agua, sonido, electricidad, movimiento, luz, calor, frío, etc.) en distintas modalidades (electroterapia, ultrasonoterapia, hidroterapia, mecanoterapia, termoterapia, magnetoterapia o laserterapia, entre otras).
Pero, siempre, sin descuidar o abandonar el desarrollo e impulso de nuevas concepciones y métodos de Terapia Manual, la principal herramienta del fisioterapeuta, para la prevención, tratamiento, curación y recuperación de un gran número de patologías y lesiones.