Desde la más absoluta y remota antigüedad (año 600 a.C.), es la técnica que utilizaban los guerreros celtas antes y después de cada batalla. Rescatada y actualizada pocos años atrás, conserva plena vigencia.
Daoine Sidhe o Fairy Stroke es el nombre que el pueblo celta le dio a su Técnica de Reequilibrio. No es un descubrimiento novedoso, sino una inmersión en la Historia y la recuperación de hechos que la Humanidad pasó por alto en su prisa por seguir adelante.
Hoy hacemos un alto y traemos de la más absoluta y remota antigüedad (año 600 a.C.) una técnica usada por los guerreros celtas antes y después de cada batalla.
Los materiales originales que se utilizaban eran: agua de mar, molienda de valvas marinas, piedra gres, resinas vegetales, caña flight, tierra de infusorios, aceite de flores de manzano, avellano y fresno, emulsión a base de grasa de oveja y cerdo y molienda de madreperla.
Estos materiales, que fueron conseguidos gracias a la colaboración de la entidad celta Dreyco para la presentación en el 13º Congreso Internacional, hoy debemos reemplazarlos por otros que se adapten a nuestra actualidad y a la disponibilidad de medios. Y, de esta manera, poder tomarlos como un protocolo de trabajo.
A continuación, los nuevos materiales con que se puede reemplazar a los originales y lograr una mejor adaptación y actualización de la técnica sin perder su escencia.
-Agua de mar: se reemplaza por solución de extracto de algas y sales.
-Mmolienda de valvas marinas: por pulidora gruesa o manopla rústica,
-Resinas vegetales: por aceites esenciales (especialmente de coníferas) y aceite vehicular.
-Piedra gres: por piedras volcánicas.
-Caña flight: por cañas porosas (verdes o maduras).
-Tierra de infusorios: por arcilla rica en cobre.
-Aceite de flores de manzano, avellano y fresno: por aceite esencial de flores.
-Emulsión a base de grasa de oveja y cerdo y molienda de madreperla: por emulsión humectante con nácar.
En función de la división anatómica realizada por los sabios celtas en seis regiones o “lhois”, el trabajo consiste en operar sobre el cuerpo en el orden establecido.
Se realiza de pies a cabeza y según cada lhois, el que deberá ser trabajado con los elementos antes citados. Como corolario final las regiones son activadas por los colores prefijados, que son blanco, rojo, amarillo, verde, azul y negro.
Se concluye con una irradiación final de luz roja para fijar la energización adquirida.
Prof. Ana Lía Giménez. Ingeniera Química especializada en Radioisotopía. Cosmiatra. Instructora de formación profesional.