La piel negra presenta características estructurales y funcionales diferentes a otros tipos de piel que los dermatólogos y cosmiatras deberían conocer. El color de la piel influye de forma significativa en la morfología de las lesiones dermatológicas y en el color, por ejemplo. Presentado en la ciudad de Madrid, un grupo de dermatólogos españoles y africanos ha publicado el libro “Dermatología en pacientes con piel negra”.
Los autores sostienen que los especialistas en dermatología tenían problemas para documentarse sobre las diferentes patologías cutáneas asociadas a la piel negra, por lo que existía una dificultad a la hora de establecer el diagnóstico clínico. Partiendo de esta realidad y del aumento del número de consultas de pacientes es que surgió esta publicación.
La piel negra presenta características estructurales y funcionales diferentes a otros tipos de piel que los dermatólogos y cosmiatras deberían conocer. El color de la piel influye de forma significativa en la morfología de las lesiones dermatológicas y en el color, por ejemplo, el rojo del eritema en la piel negra es un poco azulado y a veces parduzco y las diferencias en el grosor de la epidermis pueden producir un aspecto más hiperatósico. Además, adquieren patrones, como el anular o el folicular, que son menos frecuentes en la piel blanca.
En los pacientes de piel negra también se modifica y amplía el espectro de enfermedades dermatológicas. Así, por ejemplo, existen tipos especiales de alopecia, formas más severas de acné, trastornos frecuentes en la cicatrización de heridas y alteraciones de la pigmentación que precisan de un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Según Alfonso Villalonga, Presidente de African Medical And Research, “las patologías son las mismas, lo que hay que conocer son los signos que son diferentes. En el caso concreto de la dermatitis atópica, aunque también se manifiesta con prurito en la cara, en especial en las mejillas con distribución centrífuga, en la raza negra es característica la palidez perioral y es posible observar una leve descamación blanquecina que informa de la presencia del eczema. Cuando este cuadro progresa y se generaliza puede aparecer una forma eritrodérmica, un proceso que debe ser abordado desde un punto de vista multidisciplinario”.
Otra de las enfermedades que se cita en el libro es el melanoma, que también puede aparecer en personas de piel negra. Según explica Thierno Dieng, especialista del Servicio de Dermatología del Centro Hospitalario Universitario Aristide le Dantec, de Dakar, en Senegal: “los melanomas no son frecuentes en la raza negra pero sí más agresivos. Los pocos casos no se limitan a las zonas expuestas al sol, sino que suelen aparecer tumores nodulares en la planta del pie”.
En España este tipo de obra resultó de vital importancia ya que muchos inmigrantes de color llegan a este país, y los dermatólogos deben estar en formación constante sobre prevención, patologías cutáneas y tratamientos propios para la raza negra.