Este término tan popular y tan usado, a veces no refleja su verdadero sentido, ya que un spa, principalmente, debe contar con tratamientos de hidroterapia. Pero no siempre se puede tener un spa o asistir a uno. Por lo tanto, un Spa Day en nuestro gabinete de estética puede ser la solución.
Spa es una sigla con varios siglos de historia. En antiguos baños termales romanos se encontró grabada la leyenda “salutem per aqua” y, si bien sabemos que estos baños cumplían una función social, también eran reconocidos por sus aguas termales.
Spa también fue asociado a la antigua ciudad belga de Spa, rica en aguas termales.
Hoy en día este término, tan popular y tan usado, muchas veces no refleja su verdadero sentido, ya que un spa principalmente debe contar con tratamientos de hidroterapia, con todos los beneficios que estos proporcionan.
Es cierto que cada spa tendrá una filosofía particular: están los que buscan un equilibrio de cuerpo, mente y espíritu; los que tienen una inclinación oriental, como por ejemplo los spas ayurvédicos; pero siempre deben apuntar al relax, a la belleza corporal, al bienestar.
En la propuesta de spa no deben faltar los fangos, algas, masajes aromáticos, toallas calientes, piedras calientes y los más variados masajes.
Pero no siempre es posible tener un spa, y muchas veces no se puede asistir a uno. Por lo tanto, un Spa Day en nuestro gabinete de estética puede ser la solución. Veamos:
1. Recibir a nuestra clienta con una bata aromatizada, acompañada de un rico jugo o té de hierbas. No es un mal comienzo.
2. Liberar la piel del cuerpo de células muertas con un cepillo de cerdas suaves en seco, para luego seguir con un pulido con una crema a base de semillas naturales.
3. Si se cuenta con una camilla termal, dar unos minutos de vapor. De lo contrario, utilizar toallas calientes con aromas cuidadosamente seleccionados.
4. En una bañera con hidromasaje realizar un relax de 15 minutos. Se retira el producto anterior. De lo contrario, retirar con las mismas toallas.
5. Para seguir, una buena opción es dar un masaje en el piso con aceites y aromas que van a revitalizar la piel, por un lado, y a relajar la musculatura y aquietar la mente, por el otro.
6. Aplicar fango tibio en todo el cuerpo. Mientras la persona descansa, su espalda estará apoyada en piedras calientes, con todo el cuerpo muy bien tapado.
7. Es el momento justo para acompañar con suaves masajes de relax en rostro y cabeza, terminando con toallas frescas en frente y párpados.
Los nuevos aires de cada estación nos purifican y nos traen una cuota extra de energía. Y un Spa Day en gabinete ayuda a que esto sea posible.
Zulma Pennacchio
Cosmiatra Esteticista. Docente egresada del CONET. Profesora Titular del Instituto Fiorel’a. Miembro de la Comisión Cientifica de la Unión Internacional de Profesionales de la Estética (UIPE).
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