Los posibles síntomas pueden ser dolor, enrojecimiento e inflamación alrededor de una uña del pie. Un examen del pie por parte del médico es suficiente para diagnosticar una uña encarnada. Y aquí, la función del podólogo es fundamental para derivar al paciente en el momento oportuno y aconsejándole medidas preventivas. Es una condición en la que el borde de la uña del dedo del pie se entierra dentro de la piel del dedo.
La uña encarnada puede ser producto de uñas curvas, calzado que no ajusta bien o uñas recortadas incorrectamente. La piel alrededor de la uña puede enrojecer e infectarse.
Generalmente, el dedo gordo tiende a infectarse, aunque cualquier uña del pie puede encarnarse y es una condición que puede volverse grave en las personas que sufren de diabetes.
Los posibles síntomas pueden ser dolor, enrojecimiento e inflamación alrededor de una uña del pie. Un examen del pie por parte del médico es suficiente para diagnosticar una uña encarnada. Y aquí, la función del podólogo es fundamental para derivar al paciente en el momento oportuno y aconsejándole medidas preventivas.
En caso de presentarse infección en el dedo, el médico puede prescribir antibióticos tópicos (aplicados en un área específica de la piel) u orales (a través de la boca).
En los casos recurrentes, se puede reformar la uña de forma permanente con químicos o con rayos láser.
El tratamiento generalmente es efectivo para controlar la infección y aliviar el dolor, pero la condición tiende a reaparecer si no se toman medidas preventivas.
La infección se puede extender hacia el dedo del pie y el hueso en los casos severos.
Si la persona es capaz de hacerlo, debe cortarse la uña y aplicarse antibióticos tópicos que no requieran receta médica. Se debe acudir al médico si la persona no puede cortar una uña encarnada o si hay un dolor de pie muy fuerte, enrojecimiento, inflamación o fiebre.
Se debe usar calzado que ajuste correctamente, cortar las uñas en línea recta por la parte superior y no demasiado cortas, y mantener los pies secos y limpios.