Protocolo base para la Fatiga Crónica Celular

En el año 1950, el médico y fisiólogo Hans Selye (19078-1982) descubre una reacción fisiológica orgánica, en la que entran en juego distintos mecanismos de defensa para afrontar una situación “amenazante” o de demanda incrementada, y la denomina “Burnout» o SGA o Fatiga Crónica Celular.

Los factores de riesgo que la desencadenan pueden ser fisiológicos, genéticos, nutricionales, ambientales y psicosociales.

La unión de estos tiende a generar la liberación de Especies Reactivas del Oxígeno (ERO), dentro de los que podemos nombrar:

– O2Anión Super Oxido.

– (OH) Ión oxhidrilo.

– O Oxígeno Singulete.

– ROO Radical Perhidroxilo.

– NO Radical Nitrilo.

– HOCL Clorhidroxilo.

Dichos elementos ejercen un ataque sobre componentes celulares tales como ADN, carbohidratos, lípidos y roteínas, ocasionando:

– Ruptura de puentes de azufre.

– Ruptura de enlaces peptídicos.

– Liberación de productos de glicosilación.

– Generando lipoproteínas de baja densidad.

– Aumento patológico de bases libres.

Los que redundan en el organismo con grandes alteraciones metabólicas, con inhibición de la replicación celular y de la correcta expresión génica.

Siendo los responsables de una serie de afecciones tales como: cáncer, Alzheimer, neuropatías, Parkinson. envejecimiento, hepatopatías, diabetes, hipertensión, nefropatías, retinosis, autoinmunidad, inmunodeficiencias y ataxia.

Detonantes

Se han realizado estudios detallados para poder aislar, clasificar y comprender aquellas condiciones desencadenantes del SGA. Lo que finalmente nos enfrenta con 8 grandes categorías de detonantes:

– Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente.

– Estímulos ambientales dañinos.

– Percepciones de amenaza.

– Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc.).

– Aislamiento y confinamiento.

– Bloqueo de nuestro intereses.

– Presión grupal.

– Frustración.

En función de los cambios que producen en las condiciones de vida del individuo, los detonantes de la Fatiga Crónica Celular se han dividido en cuatro grandes grupos:

– Unicos: cataclismos, tsunamis, inundaciones o cambios drásticos en las condiciones del entorno de vida, afectan a muchas personas.

 

– Múltiples: Afectan a solo un grupo pequeño de ellas o a una sola. Son cambios significativos de trascendencia vital, generalmente accidentes, imponderables en los que no interviene la voluntad de los involucrados.

– Cotidianos: Molestias, imprevistos y alteraciones en las pequeñas rutinas cotidianas que nos sacan de nuestro eje.

– Biogénicos: son mecanismos físicos y químicos que generan respuestas del SGA sin mediar procesos psicológicos. Los afectados por estos detonantes generalmente son los trabajadores de estaciones de servicio, de plantas de petróleo, de destilerías y fábricas de pintura, los que se ven afectados por las emanaciones de los hidrocarburos, potentes agresores biológicos.

Podemos agruparlos en cuatro grandes divisiones sintomáticas:

– Psicosomáticos: cansancio mental, dolores, peroxidación celular, alteraciones del sueño, alteraciones gástricas, taquicardia, taquipnea, cefaleas, alergias.

– Emocionales: falta de concentración, olvidos, ira, desorden, somnolencia, aislamiento, depresión, ideas suicidas, labilidad emocional.

– Conductuales: ausentismo laboral, agresión, abuso de café y cigarrillo, desorientación, ralentización, quiebre de relaciones, uso de drogas.

– Defensivos: Negación de emociones, atención selectiva, carencia de afectos.

SGA y piel

Desde el punto de vista dermatológico, la Fatiga Crónica Celular se traduce en la estructura cutánea de varias formas:

– Alterado recambio celular.

– Alteraciones en forma y tamaño de las células.

– Menor cantidad de melanocitos y grosor de la capa alterada.

En dermis:

– Fibroblastos disminuidos.

– Hay menos vasos sanguíneos.

– Fibras elásticas y colágenas alteradas por pérdida de volumen dérmico.

En hipodermis:

– Hay acidosis.

– Hay menos circulación.

– Disminución de la matriz lipídica.

– Formación de hidroperóxidos lipídicos.

Tratamiento

El tratamiento para la Fatiga Crónica Celular se ha dividido en dos vertientes:

Deberá estar controlado por un médico psiquíatra, un clínico, un dermatólogo y eventualmente con la colaboración de un nutricionista.

Dada la naturaleza de las alteraciones que produce esta afección, se sugiere el uso de:

– Antioxidantes.

– Multivitaminas.

– Minerales.

– Tranquilizantes.

– Dieta detoxificante y antioxidante.

Tratamiento psicológico

Deberá estar supervisado por un psicólogo y un maestro de yoga terapéutico:

– Técnica de Biofeedback.

– Técnica de respiración y relajación.

– Técnica cognitivo conductual.

– Autocontrol.

Principios activos

El listado de principios activos que pueden ayudar en casos de SGA es muy numeroso. Sólo recurrimos a los que estimamos de mayor poder antidegradación oxidativa.

– Avena.

– Artemia Salina.

– Acido Ursólico.

– Bambú.

– Fosfolípidos.

– Germen de Trigo.

– Sauco.

– Encimas.

– Aceite de Amaranto.

– Murtilla.

– Levadura de cerveza.

– ASC III.

– Te Verde.

– Oro.

– Cacao.

– Retinol.

– Caviar.

– Péptidos.

– Licopeno.

– Acido Lipoico.

– Flavonoides y polifenoles.

– Alfa-Tocoferoles.

La elaboración de tratamientos cosmiátricos a los efectos de frenar la degradación celular y lograr una mejoría en la oxidación que sufren las membranas nos conducen a priorizar las acciones sinérgicas para lograr mejores resultados como este protocolo base para SGA.

Protocolo Goldeneye

Etapa preparatoria:

– Higiene: emulsión antioxidante.

– Afinamiento córneo: baño espumoso + piedra pómez molida.

Etapa específica:

– Pincelado decontractor de tensión cutánea: loción antiage (argireline-hialurónico-silicio) 3cm + 10 gotas de oligoelementos. Colocar máscara de gasa ocluyendo.

– Masaje: crema Hiasil.

– Máscara regeneradora: 1 cucharada de levadura fresca + 15 gotas de Extrasol de Hamamelis por 20 minutos. Retirar con agua fresca.

– Producto final: suero Platinum en rostro, cuello y escote + protección solar.