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Telangiectasias: causas, clasificación y tratamientos

Las telangiectasias o arañas vasculares son dilataciones de pequeñas venas visibles en la piel producida por el reflujo de las venas superficiales de paredes finas (menores de 1 mm de diámetro) y de las venas reticulares pertenecientes al sistema venoso subdérmico.
El término  telangiectasia proviene del griego tele-angéion: «vaso lejano = capilar», y ectasia o ectasis: «dilatación o expansión». Se refiere a vasos cutáneos superficiales y visibles al ojo humano.

Estos vasos miden entre 0,1 – 1mm de diámetro y representan una vénula (vena de calibre menor de 1 mm de diámetero) capilar o arteriola dilatada.

Según el International Consensus Committe of Venous Disease del año 2004, estos pequeños vasos fueron clasificados como telangiectasias y ubicados dentro de la Clasificación CEAP de la insuficiencia venosa crónica (clínica, etiológica, anatómica, fisiopatológica) como un grado clínico inicial C1.

El color de las telangiectasias según su origen

Las telangiectasias que son arteriolares en su origen son de pequeño diámetro, de color rojo brillante y no protuyen o abultan en la superficie de la piel.

Las telangiectasias que se originan de vénulas son de mayor diámetro que las anteriores. Son de coloración azulada y con frecuencia protuyen en la superficie de la piel.

Las telangiectasias originadas de capilares, son finas inicialmente y de color rojo, pero con el tiempo pueden aumentar de tamaño. Tienen una coloración púrpura o azul debido al flujo retrógrado venoso debido al incremento de la presión hidrostática.

Un problema fundamentalmente femenino

Las telangiectasias, arañas vasculares o capilares representan una problemática  femenina muy frecuente. Una de cada dos mujeres tendrá este tipo de vasos superficiales, habitualmente por herencia familiar o relacionado a cambios hormonales y/o de peso o a várices y/o insuficiencia venosa.

En los hombres es muy poco frecuente y por lo general asociado a várices y/o insuficiencia venosa.

Los picos de incidencia se producen entre los 7-10 años de edad. El 40% de las niñas y el 32% de los niños tienen más de una lesión. Como la incidencia en las personas adultas es del 15%, significaría que del 50% al 75% de las lesiones observadas entre los jóvenes regresan o desaparecen.

Clasificación de las telangiectasias

De acuerdo a su forma o apariencia clínica, las telangiectasias se clasifican en cuatro grupos:

– Lineales.

– Arborizadas.

– Aracniformes.

– Papulares.

Las telangiectasias lineales rojas y arborizadas son muy comunes en la cara, especialmente en nariz, mejillas y mentón. Estas lesiones son igualmente frecuentes en las piernas.

Las telangiectasias lineales azules y las arborizadas se ven con más frecuencia en las piernas, pero pueden observarse también en la cara.

Las telangiectasias papulares son, con frecuencia, parte de síndromes genéticos. Como ser, por ejemplo: enfermedad de Rendu, síndrome Osler-Weber o enfermedades vasculares del colágeno.

Las llamadas aracniformes son las telangiectasias con una arteriola central que las alimenta. Suelen aparecer en edad escolar y pre-escolar.

Se cree que todas las formas de telangiectasias ocurren a través de una liberación de sustancias vasoactivas bajo la influencia de una variedad de factores, tales como anoxia (falta de oxígeno), estrógenos, corticoesteroides (tópicos y sistémicos), sustancias químicas irritantes de la piel, múltiples tipos de infecciones bacterianas y virales y numerosos factores físicos (traumatismos, exposición solar, etc). El resultado: una neogénesis vascular, tanto capilar como de vénulas.

Telangiectasias faciales

Las telangiectasias en la cara (faciales), se observan con más frecuencia en aquellos pacientes con tipos de piel claros, fototipos de I y II de Fitzpatrick.

Estas lesiones son especialmente frecuentes en ala nasal, nariz y mejillas.

Están causadas probablemente por una vasodilatación arteriolar persistente que da origen a la debilidad de la pared del vaso.

Los vasos se dilatan cuando sufren una alteración del tejido conectivo y elástico que los rodea. La exposición solar crónica y el empleo de corticoides de uso tópico pueden ser algunas de ellas.

Sin embargo, estas lesiones suelen tener una clara predisposición genética.

Factores de riesgo

Se ha podido determinar que entre las probables causas de la aparición de las telangiectasias, las más frecuentes son: historia familiar, obesidad, uso de anticonceptivos orales, embarazo, el permanecer mucho tiempo de pie o sentado, sedentarismo, uso de ropa ajustada y traumatismos.

Prevención

– Evitar la obesidad al ingerir una alimentación sana.

– Evitar el sedentarismo manteniéndose activo al realizar ejercicios aeróbicos.

– Evitar el estar mucho tiempo de pie o sentado sin movilizarse.

– Evitar el uso de prendas de vestir ajustadas.

Tratamientos más habituales de las telangiectasias

Tratamiento

Escleroterapia. Es el tratamiento más difundido. Consiste en inyectar una solución en las venas que hace que estas se encojan y desaparezcan de la superficie de la piel. En algunos casos, puede ser necesario tratar más de una vez una misma vena. Posibles efectos secundarios: dolores y manchas en la piel.

Cirugía láser. Un láser envía fuertes explosiones de luz sobre las venas haciéndolas desaparecer poco a poco. Posibles efectos secundarios: heridas en la piel y descoloramiento.

Técnicas endovenosas (radiofrecuencia y láser). Son metodos usados generalmente en várices profundas. Se coloca un catéter en la vena a través del cual se envía la radiofrecuencia o la energía del láser para encoger y sellar las paredes de la vena. Posibles efectos secundarios: contusiónes leves.

Ultrasonido. Puede usarse para llevar un control a medida que las válvulas van creando insuficiencia venosa.

Actualmente existen modalidades láser muy eficaces para el tratamiento de estas lesiones.