Los senos son una parte del cuerpo de la mujer que requiere especialmente una correcta higiene y cuidado. Para conseguir un busto firme, se precisa una serie de cuidados tales como ejercicio físico, una buena hidratación y mantener una dieta equilibrada.
Los senos son una parte del cuerpo de la mujer sumamente importante, ya que son fuente de alimentación y nutrición para sus hijos durante la lactancia. Además de tener una función alimenticia, los senos tienen también funciones estéticas y sexuales, ya que son uno de los atributos más atractivos del organismo femenino.
La piel del escote es una de las zonas más delicadas. Por lo tanto, requiere de mayores cuidados y atenciones. Esto se debe a que los senos no poseen ningún músculo que los sostenga y tampoco están sujetos al tórax, sino que permanecen en suspensión, mantenidos sólo por envoltura cutánea, que va desde el mentón hasta la base del pecho.
Conforme pasan los años, sin embargo, este sostén natural tiende a caer por la atracción de la gravedad. Mantenerlo firme y turgente requiere mucha dedicación en dos frentes: ejercicio e hidratación. La adolescencia se considera el momento más adecuado para iniciar el cuidado de los pechos.
Los senos son una parte del cuerpo de la mujer que requiere especialmente una correcta higiene y cuidado. Para conseguir un busto firme, se precisa una serie de cuidados tales como ejercicio físico, una buena hidratación y mantener una dieta equilibrada.
Ejercicio físico
Para evitar la relajación natural del pecho hay que fortalecer los músculos pectorales y dorsales, que ayudan a su sostén con ejercicios específicos. La natación es el deporte idóneo, especialmente los estilos crol y espalda. Se deben evitar los deportes con saltos (aerobic, correr, step, etc.) si no se lleva una sujeción adecuada.
Dieta
Una buena alimentación siempre ayuda a mantener un cuerpo sano, incluidas la piel y su elasticidad. Además, alimentarse sanamente ayuda a que el cuerpo se desarrolle en la pubertad de manera correcta y, con ello, también el busto.
Los alimentos frescos contienen gran cantidad de vitaminas que contribuyen a una adecuada elasticidad de la piel.
A continuación, pasamos a comentar los efectos sobre los senos de los componentes alimenticios.
Minerales
– Sodio. La sal en exceso fomenta la retención de líquidos y, por tanto, perjudica a la circulación y el metabolismo, lo que tendrá un efecto directo en la turgencia de los senos.
– Potasio. Se puede encontrar en fruta y verduras crudas (o cocidas al vapor) y tiene efectos diuréticos, lo que ayuda a eliminar el exceso de agua, con lo que se mantienen los tejidos elásticos y bien irrigados.
– Yodo. Cuando falta yodo, la tiroides da problemas y, por consiguiente, el metabolismo no funciona adecuadamente. La falta de yodo hace que los tejidos adiposos subcutáneos se hinchen y disminuya la temperatura corporal y la irrigación sanguínea.
– Silicio. Este mineral ayuda a la elasticidad de la piel y refuerza los músculos.
Vitaminas
– Vitamina A. Mantiene la elasticidad, la capacidad de contracción, la regeneración de la piel y su blandura. Si falta la vitamina A, la piel se seca y agrieta. Se encuentra en las zanahorias, diente de león, el perejil, las espinacas, el aceite de hígado de bacalao, la leche entera y la mantequilla de buena calidad.
– Vitamina E. Conocida también como la vitamina de la fecundidad, estimula el equilibrio hormonal, refuerza el tono muscular y las paredes de los vasos sanguíneos. Se encuentra en todos los cereales o las semillas germinadas.
– Vitamina B. Al igual que la vitamina A, tiene una importancia vital para la resistencia a infecciones y bienestar de la piel. La encontramos en las verduras frescas, las papas, el perejil, las semillas germinadas, la leche y los cítricos.
– Vitamina C. Facilita la asimilación del hierro en la sangre y es un fijador del oxígeno. Se encuentra en gran variedad de frutas y verduras de hoja verde, en particular coliflor y pimientos verdes dulces, y en los jugos de naranja y de limón.
Sobrepeso
El sobrepeso durante la adolescencia puede llegar a obstaculizar el crecimiento de la glándula mamaria. Además, un exceso de grasa también dificulta la lactancia. Un peso excesivo en el cuerpo hace que los senos tiendan a hacerse flácidos, debido a que la piel es más débil en esta zona que en otras partes del cuerpo.
Tampoco son convenientes los cambios bruscos de peso: una repentina pérdida de peso es perjudicial, ya que la grasa se adelgaza sin dar tiempo a la piel de recuperar su elasticidad y tono de manera gradual, lo que ocasiona problemas de flacidez y también de estrías.
Lo ideal para mantener un buen busto es tratar de estar siempre en el peso ideal, mediante un control de la alimentación, sin aumentos o disminuciones súbitas de peso. También es importante la ingesta diaria de dos litros de agua, ya que hidrata la piel y previene la formación de estrías.
Hidratación
Es muy importante mantener una buena hidratación de los senos para conservar su firmeza y evitar la aparición de estrías. Se deben utilizar jabones neutros que no contengan demasiados agentes tensioactivos para no eliminar en exceso los lípidos de la piel, lo que haría que ésta se resecara y perdiera elasticidad.
Se recomienda aplicar una crema nutritiva desde el pecho hasta el cuello y los hombros, al menos dos veces al día, y preferentemente después del baño. Para una eficaz aplicación de la crema se debe acompañar de un masaje en la zona de los senos y extender éste a la zona que media entre el cuello y el busto, puesto que es allí donde se localizan los músculos que aguantan el pecho.
Los preparados cosméticos para el pecho suelen incluir en su formulación elastina, colágeno, vitamina E y algún componente revitalizante y tonificante, así como compuestos emolientes, como aceite de almendras dulces, germen de trigo y/o derivados de la lanolina.
Baños con agua fría
Es muy beneficioso darse chorros de agua fría en la zona del pecho. El agua fría revitaliza la piel, al contrario que el agua caliente, que favorece la relajación de los tejidos. La alternancia entre duchas calientes y duchas frías favorece la oxigenación de los tejidos de los senos y tonifica la piel.
Baños de sol
El pecho es una de las partes más sensibles del cuerpo a la exposición solar. Si se toma el sol en esa zona, es imprescindible aplicar un factor de protección solar muy elevado para evitar quemaduras.
Higiene postural
La primera regla para mantener el pecho firme es tener una buena higiene postural. Es importante mantener la espalda recta en todo momento, que impida que los pechos reposen sobre la caja torácica. Ir encorvado favorece la caída del pecho.