Este masaje requiere de especialización y profesionalismo. Los maestros que lo practican poseen los principios y habilidades del Tantra y la meditación. Pese a que la Kundalini, la energía vital, es una sola, existe un masaje específicamente focalizado en ella que se realiza en la columna vertebral. Tantra, que significa “tejido” en Sánscrito, en el sentido de la continuidad, es una de las tres escuelas más importantes del hinduismo contemporáneo y la principal dentro del budismo tibetano.
El Tantra señala que el placer físico y el crecimiento espiritual van de la mano, ya que no se puede tener uno sin el otro.
Los tántricos sostienen que todos los individuos están llenos de la misma energía, y que cualquier represión de esta energía desbalancea y daña al ser humano. El Tantra rechaza lo moralístico y los códigos de autonegación propuestos por varias religiones, donde el cuerpo o necesidades sexuales se relacionan con la culpa, represión, negación, y castigo.
Esta disciplina considera que para crecer como un ser completo es necesario limpiar bloqueos del sistema corporal y psíquico, y fundamentalmente, que la poderosa energía espiritual reposa en el Chakra base, ubicado entre las piernas. Si esta energía está dormida, la conciencia está limitada, pero si esta energía es excitada, aflora el natural crecimiento espiritual que se debería experimentar.
Esta energía vital o Kundalini, se vehiculiza a través de canales llamados meridianos. Existen varios debates también acerca del Aura, ya que muchos sostienen que es una manifestación de la energía vital. Algunos estudios científicos revelaron recientemente que existe un componente electromagnético alrededor de nuestros cuerpos y que los tejidos y órganos como el corazón y el cerebro también generan un impulso propio.
Estas investigaciones se relacionan con las creencias del Tantra en el Sistema de los Chakras, que son rayos de rueda de energía espiralados a través del cuerpo.
Los tántricos coinciden que el estilo de vida, la culpa, dietas, traumas, recuerdos reprimidos, dolor, dependencias, abuso físico o psicológico, bloquean nuestro funcionamiento quedando desequilibrados y debilitados de energía. En varias ocasiones podemos tener rígidas o tensas algunas partes de nuestro cuerpo, por refrenar impulsos, no expresarnos, o reprimirnos.
El Tantra propone desbloquear y dejar fluir la energía, y el masaje tántrico resulta ideal para lograrlo. Este considera que el placer es la puerta a la espiritualidad, y este es el fin a alcanzar. El masaje tántrico es una forma de dar placer sensual sin necesidad de actuar de un modo sexual.
La cultura occidental tiende a pensar y confundir todo lo referido al Tantra con lo exclusivamente genital y sexual, pero no es así. Existen muchas zonas del cuerpo que también despiertan placer sensual, y permiten liberar sentimientos, sensaciones y obstrucciones si se realizan los masajes siguiendo técnicas adecuadas y profesionales.
El Tantra es una experiencia de disfrute, siendo honestos y abiertos con nosotros mismos y con nuestro cuerpo. El objetivo es disfrutar el viaje por el que nos lleva este masaje, que nos conducirá a una liberación y crecimiento espiritual completo.
Basado en las sensaciones corporales y en la liberación de tabúes, con respeto y profesionalismo, este masaje logra el ansiado equilibrio de mente y cuerpo. Sin pruritos, sin tapujos. Sintiendo y dejando fluir la energía vital que fluye en nuestro cuerpo naturalmente.
Una experiencia espiritual
Este masaje requiere de especialización y profesionalismo. Los maestros que lo practican poseen los principios y habilidades básicos y avanzados que se necesitan para practicar el Tantra y la meditación. Este masaje comenzó con los antiguos rituales asiáticos y tántricos, seguidos por un estado de meditación, que se focaliza en el cuerpo y la mente para permitir un completo acceso físico y espiritual.
Este masaje se destaca por su prolongación, suavidad y sensualidad, más un toque compasivo focalizado en el despertar de la Kundalini. Para comprobar que se trata de un profesional serio y con conocimientos del tema, es necesario que describan primero el ambiente y los elementos que utilizarán para realizarlo. También cómo se desarrollará, la higiene, privacidad y tranquilidad del lugar. Hacia el final del masaje se estimula la respiración según técnicas del Yoga y se acomete delicadamente sobre las partes íntimas. El o la masajista emplea sus manos y su cuerpo.
Los que se dedican profesionalmente a este masaje en Occidente aseguran que no es un servicio sexual y que no se produce un contacto que visto por otro pudiera suponer el ritual Maithuna (sexual). La experiencia según los especialistas, debe vivenciarse como un ritual espiritual, cuyo objetivo es la iluminación mediante la meditación y el fenómeno Kundalini.
El masaje tántrico
El masaje suele tener una duración de 2 o 3 horas. Resulta importante focalizar en la capacidad de dar de quien aplica el masaje, y la actitud receptiva y entrega del receptor. El masajista utiliza sus manos u otras partes de su cuerpo, según la zona en la que trabaje. Es por ello que el profesional debe estar armonizado, para tener equilibrada la energía que va a transmitir.
Básicamente el trabajo consta de un movimiento de energías a través de la sensorialidad y la recuperación de la sensación de placer por medio del contacto, la concentración y la entrega, utilizando diferentes técnicas de “dialogo” de piel con piel.
El masaje Tantra utiliza suaves caricias y masajes en el cuerpo, que canalizan su energía y estimulan su sensibilidad llevándolo a un mundo diferente. La presión media a fuerte puede ser aplicada a ambos lados de la columna vertebral, pero siempre de una forma suave y sensual, con movimientos en que la energía llegue y se retire del cuerpo.
Los aceites, lociones y cremas funcionan bien con el masaje tántrico, pero es mejor mantenerse alejados de aceites aromáticos que distraigan la atención hacia otros pensamientos. Las dos necesidades básicas para este masaje son música apropiada y un estado de meditación. Los fundamentos del Tantra que se utilizan son el amor, compasión y confianza, en lugar del sexo como se cree habitualmente.
Los efectos son revitalizantes, energizantes, e inducen a quien recibe el masaje a un estado gradual y espontáneo de descontracción y relajación que trasciende lo físico. Se llega a un silencio mental y un equilibrio emocional y corporal que influye en la forma que encaramos la vida y las actitudes cotidianas. La creencia base es que el contacto físico es esencial al ser humano, y resulta por ende, reparador y regenerador. Además, alivia tensiones y modifica la visión de la vida, transformándola en una fuente de placer inagotable.
Masaje Kundalini
Pese a que la Kundalini es una sola, existe un tipo de masaje específicamente focalizado en esa energía que, a diferencia del tántrico, se realiza en la columna vertebral y se lo denomina Masaje Kundalini.
Palabra proveniente del sánscrito, se entiende por Kundalini a la fuerza de energía que, enrollada como una serpiente, se encuentra en la base de la espina dorsal o columna vertebral.
El área del hueso sacro cubre una glándula conocida como Kunda que, a pesar de sus propiedades místicas, no es una estructura reconocida por la medicina moderna.
Para el Tantra es una de las glándulas más importantes de la evolución humana ya que, por sus propiedades, influye sobre la salud y el rejuvenecimiento del cuerpo.
Los antiguos tántricos practicaban regularmente la estimulación de la glándula Kunda. Para ello, empleaban un tipo de masaje tántrico cuyas técnicas lo hacían tan específico como distinto a los demás. De ahí que, posteriormente, tuviera un nombre propio y se lo denominara Masaje Kundalini.
La persona que recibe el masaje debe ubicarse boca abajo sobre una toalla grande o una sábana.
El masajista se sitúa sobre el lado izquierdo del receptor, que puede estar con ropa liviana, sin ropa, o con la parte superior de su cuerpo descubierta.
El masajista frota sus manos entre sí, luego las separa y ubica la mano izquierda sobre la cabeza del masajeado especialmente en el área donde el cuello se encuentra con la cabeza (nuca). La mano derecha la aplica sobre el sacro.
El que masajea cierra sus ojos y trata de percibir lo que siente en sus manos. Sea lo que sea está bien y debe aceptarlo.
El masajista emplea el borde de la mano que se corresponde con el dedo menor para aplicar masajes sobre el área sacra.
El movimiento se conoce como “de cuchilla” entre las técnicas del masaje. Masajea así el sacro vigorosamente, asegurándose de cubrir el área del hueso que está justo arriba del pliegue de los glúteos, siempre preguntando si la presión es aceptable.
Se necesita suficiente presión sobre el sacro para despertar a la serpiente y activar la sagrada glándula Kunda.
El trabajo de la mano debe extenderse por lo menos durante dos minutos. El sacro es la única área ósea en el cuerpo que responde bien a la presión directa semejante a la del golpeteo de esta técnica de masaje.
En el Tantra hay tres canales principales en la espina dorsal: Ida, Pingala y Sushumna.
Ida es el canal femenino o de Shakti. Se corresponde con el lado izquierdo de la columna vertebral. Es la vía para derivar hacia arriba la energía femenina en el cuerpo.
Pingala es el canal masculino o de Shiva. donde viaja la energía masculina hacia abajo, desde la nuca y sobre el lado derecho.
Sushumna es la vía de desplazamiento o ruta principal por donde se abren los canales en el cuerpo para balancear lo masculino y lo femenino, que es un aspecto importante de la saludable experiencia Kundalini.
Luego el masajista se sitúa sobre los músculos trapecio que son los que envuelven a los hombros, y donde se suele depositar la carga de problemas diarios. Este área se masajea como si se amasara pan y con suavidad en el sector de los tendones de la nuca. El masajeado sentirá que se desprende del estrés, y es allí apropiado indicarle que emita sonidos de alivio, ya que éstos ayudan a aliviar los bloqueos de energía en el cuerpo. La intuición del masajista decide cuando es apropiado terminar este masajeo de los hombros. A continuación cruza sus pulgarse entre sí y extiende el resto de sus dedos como dando forma a una mariposa, entonces desplaza sus manos hacia el sacro y suavemente va como cepillando la columna con los pulgares cruzados. Hace movimientos largos desde el sacro hasta el dorso de la cabeza, para balancear la energía masculina y femenina. Siete movimientos de ese masaje resultan suficientes.
Las vibraciones
El masajista debe exhalar aire tibio sobre la columna vertebral del masajeado. Esto es muy importante, ya que cuánto más suave el aire recorra la espina dorsal, mejor será la sensación provocada. El masajista mueve su boca desde unos siete centímetros de la cabeza, en el área de la nuca conocida como la “boca de la cobra” y en el Tantra como la “Boca de Dios”. Emite tres “omm” entonando profundamente sobre la “boca de la cobra” del masajeado. Esto genera las suficientes vibraciones para el efecto que se busca. En este caso importan más las vibraciones que el volumen de la entonación. La voz debe ser clara y suave.
Luego el masajista carga sus entonaciones sobre el área sacra abriendo la “caverna Kundalini” y así alista a la serpiente para su elevación. Ubica su boca a unos siete centímetros del extremo del sacro y entona tres “aumm”. Esto dispara a la Serpiente Sagrada. Shakti se dirije hacia Shiva, la fuerza de vida de la Kundalini circula como energía por el Sushumna en la espina, el cuerpo entra en balance y se sana. Luego de entonar, el masajista debe acoplar su respiración con la del masajeado advirtiendo su patrón de respiración. Volviendo a frotar juntas sus manos, el masajista aplica nuevamente su mano izquierda sobre la «boca de la cobra» y su mano derecha sobre el sacro y trata de focalizarse en lo que percibe. Puede haber grandes diferencias en la energía de las personas.
Descansando su cuerpo sobre el lado izquierdo del masajeado, el masajista se aproxima y cubre el lado como copiando el cuerpo. Así permanencen ambos cuerpos como mellizos siameses. Puede cubrir con la toalla o la sábana parte del masajeado, manteniendo su cuerpo tibio y seguro. Permite de tal modo al masajeado sentirse como si fuera un recién nacido y el masajista su madre o su padre sosteniéndole con seguridad. Ubicando la posición del corazón del masajeado el masajista aplica su corazón sobre el mismo lugar. Es necesario acoplar la respiración. Conviene descansar juntos unos tres a cuatro minutos y luego alentar a mover los dedos de manos y pies y lentamente levantarse. Se debe asistir al masajeado en todo lo necesario para que se vuelva a vestir y se reacomode al mundo circundante.
El masaje Kundalini puede ser una experiencia muy poderosa y mística. El masajeado llega a sorprenderse de su percepción del paso del tiempo. Conectar con la Kundalini es una experiencia sensual, relajante, saludable, amorosa y poderosamente energética.