Todos los seres vivientes poseen estrés, pues de no tenerlo sería imposible hacer frente a las situaciones traumáticas. Roberto Santero y Eleonora Spinelli (ambos, Tradicional Reiki Master) nos hablan de su relación con el Reiki. ¿Qué es el estrés? ¿Qué significa estar estresado?
Todos los seres vivientes poseen estrés, pues de no tenerlo sería imposible hacer frente a las situaciones traumáticas, ya que el estrés es la capacidad de amoldarse a nuevas circunstancias, es el termómetro que se polariza entre la salud y la enfermedad.
Ante una situación de peligro se activa el Sistema Nervioso Autónomo Simpático, el corazón late más rápido, se eleva la presión arterial, se libera más azúcar y adrenalina, los músculos reciben más sangre, glucosa y oxígeno, las pupilas se dilatan proveyendo mejor visión, aumenta la resistencia física y el funcionamiento cerebral, es decir, se libera una energía extra que permite enfrentar la situación o huir de ella según sea lo más adecuado en ese momento. El cuerpo se estresa y a este estrés se lo conoce como “eustrés” o estrés bueno, pues pone en alerta, es intenso y no perjudicial.
En cambio si se está sometido a tensiones menores pero constantes día tras día como las responsabilidades, los horarios, exámenes, ruidos, exigencias laborales y emocionales, etc., que superan la capacidad de respuesta natural, se genera una alarma orgánica que provoca un desequilibrio psicofísico desembocando en la enfermedad; el estrés ha tomado otro camino, el malo, llamado “distrés”.
En la mayoría de los casos, eliminarlo es bastante complicado ya que las causas que lo producen pueden ser desconocidas y provenir de diferentes niveles (físico, emocional, mental y espiritual), viéndose afectados unos como consecuencia de los otros entrando en un estado de confusión, un círculo vicioso casi imposible de superar.
Reiki es un sistema de armonización que apunta a restaurar el equilibrio perdido, pues actúa en todos y en cada uno de dichos niveles y, por consiguiente, no es necesario conocer las causas que provocaron el desorden. Esto es así porque la energía “Rei” que se transmite en la sesión de Reiki es universal, lo que significa que su frecuencia vibracional posibilita encontrar la frecuencia de vibración natural “Ki” que cada ser viviente posee, independientemente de quien recibe como de quien transmite.
Cuando se logra reencontrarse a uno mismo religándose con todo su ser de manera natural, es posible hacerse cargo de las situaciones (internas o externas) y no sólo se recobra la salud, sino que se impide que la enfermedad retorne, que es más importante.
Vemos que Reiki no es un “sistema de curación”, sino el catalizador para ayudar a recuperar y activar los sistemas propios de autosanación.
Autores: Roberto Santero y Eleonora Spinelli / Tradicional Reiki Master