Sin duda alguna, la exigente posición de trabajo que debe asumir el profesional peluquero durante su extensa jornada laboral, constituye un factor crítico de tensión postural, que al prolongarse en el tiempo, crea una serie de problemas al organismo.
Sin duda alguna, la exigente posición de trabajo que debe asumir el profesional peluquero durante su extensa jornada laboral, constituye un factor crítico de tensión postural, que al prolongarse en el tiempo, crea una serie de problemas al organismo.
Como es sabido, la posición bípeda (de pie) acompañada de un preciso trabajo óculo-manual, implica que el profesional deba mantener uno de sus brazos por sobre la línea de los hombros, sosteniendo el peso del secador, mientras que el otro brazo está en una posición de menor esfuerzo, por el escaso peso del peine o cepillo, ello hace que se produzca un desequilibrio de la tensión muscular en la zona escapular (espalda) y de los brazos. Esto se puede comparar al esfuerzo a que están sometidos algunos deportistas, como los tenistas, que utilizan sólo una de las extremidades superiores durante toda su carrera deportiva.
Si este esfuerzo se realiza día a día, durante años, con el correr del tiempo el organismo se fortalece en forma asimétrica. Ello conlleva un mayor desarrollo muscular de una sola parte del tronco y del tren superior (brazo).
También los profesionales que trabajan sólo en el corte de cabello, sea con máquina o tijera, están sometidos a otro tipo de problemas posturales ya que, por lo general, las personas somos diestros o zurdos y son muy pocos los que tienen la habilidad de ser ambidiestros. Esto implica que al estar durante años trabajando con una sola zona corporal, el organismo humano que es una máquina perfecta, por sí solo busca mecanismos de compensación, provocando con ello molestias en otras zonas musculares que, en este caso, se manifiestan fundamentalmente en la zona lumbar.
Tampoco podemos dejar de lado las piernas que durante años están sometidas a recibir el propio peso del cuerpo durante la extensa jornada laboral, con escaso tiempo para la pausa de descanso necesario que precisa el organismo; esto implica la aparición de los problemas vasculares del tren inferior (várices).
Y, por último, los problemas que se producen en las manos al estar constantemente tomando y dejando los distintos utensilios de trabajo del profesional, que sin ser menor son de vital importancia para preocuparse conscientemente de ellas y cuidarlas de una forma adecuada.
Esta es la razón por la cual muchos profesionales de la peluquería manifiestan descompensación corporal y molestias musculares, como hipertrofia muscular de un lado e hipotrofia del otro, es decir, mayor masa muscular de un lado que del otro, provocando con ello contracturas y fibrosis muscular.
Todo lo anterior puede ser agravado por factores psicológicos, que dicen relación con alteraciones del estado de ánimo, que surgen como mecanismos inconscientes de defensa frente a una situación laboral inconfortable.
Afortunadamente, la toma de conciencia que últimamente ha despertado en los peluqueros, este problema agravado probablemente por el estrés propio de la selva de cemento, ha contribuido a la búsqueda de soluciones.
La forma integral de abordar el problema de la asimetría muscular y los distintos factores posturales tienen dos tipos de indicaciones básicas:
1) Ejercicios de compensación muscular orientados a fortalecer la zona de menos exigencia. Ello debe ser dirigido por un profesional idóneo en la materia, como ser Profesor de Educación Física o Kinesiólogo.
Algunos de estos ejercicios son:
a) Utilizar un peso similar o levemente superior a un secador de pelo (mancuerna u otro objeto). Nos ponemos de pie, con la espalda apoyada en una pared y realizamos ejercicios simples de flexión y extensión del brazo (fotos 1 y 2).
b) Con el mismo elemento anterior, de pie, con el brazo levantado por detrás de la cabeza, realizar ejercicios de flexión y extensión (fotos 3 y 4).
c) Llevar la mano, del lado a fortalecer, por detrás de la zona bajo de la espalda y la otra mano por la parte alta de la espalda. Sincronizar el movimiento tratando de tocarse los dedos (foto 5).
d) Realizar ejercicios de la cintura abdominal. De pie, tomarse las manos en la cadera y realizar rotaciones del tronco hacia ambos lados de izquierda a derecha y viceversa (fotos 6 y 7); en la misma posición desplazar la cadera hacia adelante y tronco y la cabeza hacia atrás (foto 8). De pie, brazos en alto flectar hacia los lados en forma alternada (fotos 9 y 10).
Todos estos ejercicios hay que realizarlos dentro de la jornada laboral, ojalá unas tres veces al día, durante 5 a 10 minutos.
2) Masaje específico, realizado por un profesional idóneo para :
– Descontracturante, Relajante y Anti Stress, basado en las técnicas de Quiromasaje.
– Drenaje venoso y linfático específico para várices.
Si usted es perseverante y logra adecuarse a una rutina de ejercicios y masajes en forma constante, podrá desempeñar su actividad profesional sin las molestias típicas de la mala postura, que muchas veces impiden un trabajo armonioso y perdurable en el tiempo.
Escribe: Richard Gino Tormen. Profesor de Educación Física y Masoterapeuta. Docente del Centro de Estudios Levinia Manfredini (Chile).