Diez años atrás, un equipo de investigadores se propuso desarrollar una capa protectora capaz de restaurar las propiedades de la piel sana para aplicaciones médicas y cosméticas. El resultado: XPL, un polímero de silicona transparente. Según dicen, se pueden aparentar hasta 20 años menos. Al parecer, buscando una solución para tratar pieles con patologías, científicos norteamericanos han dado con un producto cosmético que puede resultar una formidable solución antiedad.
Aunque el asunto suene a ciencia ficción, los científicos de Olivo Laboratories y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han hecho un descubrimiento que, cuando finalice, podría revolucionar el concepto de antiaging.
Robert Langer y Daniel Anderson.
Hace unos 10 años, el equipo de investigación, liderado por Robert Langer, profesor del MIT y fundador de Olivo Labs, se propuso desarrollar una capa protectora que podría restaurar las propiedades de la piel sana, tanto para aplicaciones médicas como cosméticas.
«Empezamos a pensar en cómo podríamos controlar las propiedades de la piel mediante el recubrimiento con polímeros que suministraran efectos beneficiosos. También queríamos que fuera invisible y confortable», explica Langer.
Para ello, los investigadores crearon una biblioteca con más de 100 posibles polímeros que contenían una estructura química llamada siloxano.
Estos polímeros pueden ser ensamblados en una disposición de red conocida como XPL, una capa de polímero reticulada (crosslinked polymer layer wearable).
Así, probaron todos los materiales en busca de uno que imitara mejor la apariencia, la fuerza y la elasticidad de la piel sana.
«El material obtenido tiene propiedades elásticas muy similares a las de la piel”, asegura Langer, quien cuenta que en las pruebas de laboratorio “volvió fácilmente a su estado original después de ser estirado más de un 250%” (la piel natural se puede estirar aproximadamente un 180%).
“El nuevo material puede funcionar como una barrera, proporcionar una mejora estética, y también podrá servir para suministrar fármacos localmente en el área que está siendo tratada”, dice Daniel Anderson, investigador del MIT y uno de los autores del trabajo.
Funcionamiento y aplicación
Según el trabajo “An elastic second skin” (Una segunda piel elástica) publicado en Nature Materials, «XPL puede ser aplicado sobre la piel y se adhiere con rapidez sin necesidad de aplicar calor o luz para su activación.»
El producto se coloca en dos pasos. En primer lugar, se aplican los componentes de polisiloxano en la piel, seguido de un catalizador de platino que induce al polímero para que forme una película reticulada fuerte que permanezca en la piel durante un máximo de 24 horas.
Ambas capas se aplican en forma de geles que, una vez extendidos sobre la piel, se unen convirtiendo al XPL en invisible y de una sorprendente elasticidad.
Como aprieta la piel allí dónde se aplica, reduce arrugas y ojeras. Además, produce un ahorro del agua que la piel desprende, por lo que ayuda a mantener la hidratación con mayor eficacia que las cremas y productos hidratantes de mayor calidad del mercado
Un producto, muchas expectativas
Lo cierto es que por las características del material, la llamada «segunda piel» es un producto que promete. Y mucho.
El polímero de silicona se adhiere a la piel y permanece intacto y ejerciendo su acción durante 24 horas. Es transparente y forma una capa imperceptible que podría adaptarse a cientos de diferentes usos.
Según informa la revista Nature Materials, se hicieron pruebas en 170 individuos y los ensayos revelaron que esta segunda piel no muestra ningún efecto secundario y está fabricada con productos considerados “seguros” por la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), por lo que, probablemente, no sería demasiado complicado que apruebe su comercialización.
Referencia bibliográfica:
An elastic second skin. Betty Yu, Soo-Young Kang, Ariya Akthakul, Nithin Ramadurai, Morgan Pilkenton, Alpesh Patel, Amir Nashat, Daniel G. Anderson, Fernanda H. Sakamoto, Barbara A. Gilchrest, R. Rox Anderson & Robert Langer (Revista Natural Materials 15).Más info: