En el verano aumentan algunos alérgenos estacionales como las esporas del hongo alternaria, los alérgenos de las cucarachas y algunos pólenes, sobre todo los de las plantas compuestas. Si un paciente tiene alergia a alguna de aquellas sustancias, lejos de mejorar durante esa época, puede tener episodios más severos. Alergias
¨En el verano aumentan algunos alérgenos estacionales como las esporas del hongo alternaria, los alérgenos de las cucarachas y algunos pólenes, sobre todo los de las plantas compuestas. Si un paciente tiene alergia a alguna de aquellas sustancias, lejos de mejorar durante esa época, puede tener episodios más severos¨, explicó el médico especialista en Alergia e Inmunología Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias).
«Durante el verano las mamás nos consultan porque sus hijos tienen más sintomatología respiratoria cuando van al mar y preguntan si es malo o peligroso para los chicos con alergias. En realidad el mar no es el problema. Las casas de la costa están habitualmente cerradas durante gran parte del año y acumulan mucha humedad, ácaros y hongos. Cuando un paciente va a dormir a esas casas, por más que hayan estado abiertas y ventiladas un par de días antes, tienen en su interior una alta cantidad de esporas de hongos y de alérgenos de ácaros que son los que les empeoran los síntomas y esa es una situación que suele repetirse año tras año¨, sostuvo el especialista, quien recomendó estar alerta a las siguientes cuestiones y efectuó estas advertencias:
Picaduras de insectos
Otro tipo de situación alérgica muy común en verano son las reacciones alérgicas a picaduras de insectos y esta reacción puede ser de distintos tipos. Las más comunes son las llamadas reacciones locales exageradas que son ronchas más grandes, dolorosas y duraderas que se ven sobre todo cuando niños pequeños con alergia de base son picados por mosquitos y. en algunos casos, si las picaduras son muchas o si son en la cara, en los párpados o en las orejas. Sin embargo, no implican un riesgo mayor. El peligro está dado por las reacciones alérgicas sistémicas a picaduras de hormigas, abejas o avispas que en muchos casos van a producir reacciones de tipo anafiláctica y que pueden costarle la vida al paciente que tiene ese tipo de alergia.
Temperatura del agua
Durante el verano también hay más aparición de casos de urticaria y en particular de algunas urticarias físicas, que son reacciones alérgicas que se desencadenan frente a un estímulo físico como, por ejemplo, el calor, el frío o la presión.
¨La urticaria por frío en particular es mucho más severa durante los meses de verano y se manifiesta generalmente con una reacción urticariana a veces muy severa e incluso con pérdida de conocimiento en pacientes que se han expuesto al agua fría en un día de calor¨, explicó el especialista.
Exposición al sol
¨Algunos pacientes con alergias cutáneas de base suelen empeorarse si se queman, pero también existen las fotoalergias o las fito-fotoalergias, que son reacciones alérgicas que se desencadenan después de una exposición solar, las cuales muchas veces requieren la colaboración, la ayuda de algún tipo de savia. Es decir, es muy común que luego del contacto con la savia de la ruda, si la persona se expone a la luz solar, esto le produzca una dermatitis con ampollas que se parece mucho a una quemadura. Ésta es una situación frecuente y no es la ruda la única que puede desencadenarla, por eso merece una llamada de atención para los médicos y los padres¨, indicó el Dr. Máspero.
Alimentación
Según Máspero, no hay realmente demasiada evidencia de que la alimentación pueda aumentar los casos y las causas de enfermedades alérgicas durante el verano.
Sin embargo, advierte que el movimiento turístico hacia la costa conlleva, en muchos casos, cambios en el hábito alimentario y la ingesta de algunas comidas que habitualmente no se consumen, como mariscos, camarones y langostinos, que tienen como hecho llamativo que en un porcentaje de pacientes con alergia a ácaros les van a desencadenar reacciones alérgicas, fundamentalmente urticaria y angioedema.
«Esto se debe a que esos moluscos comparten con los ácaros algunas proteínas, de modo tal que los pacientes con alergias respiratorias al ingerir camarones o langostinos en muchos casos tienen reacciones alérgicas cutáneas. Esto no les ocurre a todos ellos, solamente a un porcentaje, pero debe ser tenido en cuenta porque suele repetirse¨, explicó.
Asma
Con relación al asma, el especialista sostuvo que cuando llega el verano mucha gente plantea a los especialistas si es necesario modificar el tratamiento, prevenirse de alguna alergia nueva o diferente, si se pueden tomar vacaciones y olvidarse de que padecen enfermedades alérgicas. Las respuestas no pueden ser generalizables porque son diferentes para cada caso.
Por ejemplo, es muy común que los pacientes con asma bronquial quieran suspender su medicación preventiva durante los meses del verano.
«Si bien es cierto que el número de crisis e internaciones por asma disminuye durante enero y febrero, en modo alguno éstas desaparecen. Pero no usar la medicación preventiva durante esos meses suele acompañarse de un rebote en niños o adultos con crisis asmáticas severas en marzo y abril. Por lo tanto, si bien el asma molesta mucho menos durante el verano, nuestra sugerencia es que la medicación se continúe usando¨, advirtió.
Recomendaciones
– No interrumpir la medicación preventiva para el asma ni los tratamientos de alergia si se los está haciendo. La alergia es una enfermedad que dura todo el año y los tratamientos preventivos no deben interrumpirse.
– Llevar siempre la medicación de rescate que ha sido prescripta por el médico si es asmático o la medicación antialérgica que se le haya recomendado si tiene rinitis, urticaria o eczema.
– Evitar entrar a una habitación o a una casa que ha estado cerrada por muchos meses. Llevarse la ropa de cama y almohadas limpias desde su casa ya que las que están adentro de los hogares de la costa suelen estar infestadas por enorme cantidad de ácaros.
– Sacudir y ventilar la ropa de cama diariamente.
– Quitar las alfombras, muebles tapizados y objetos que acumulen polvo en el dormitorio de los niños.
– Evitar el humo del tabaco.