Tomando como base los hallazgos de los Nobel de Medicina 2012, John Gurdon y Shinya Yamanak, científicos estadounidenses lograron por primera vez utilizar con éxito células madre humanas pluripotenciales inducidas (hiPSC) para tratar enfermedades de la mielina.
Enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple o la leucodistrofia pediátrica -que afecta a niños- podrían eventualmente tratarse con células cerebrales sanas producidas a partir de las células de la piel del mismo paciente.
Tomando como base los hallazgos de los Nobel de Medicina 2012, John Gurdon y Shinya Yamanak, científicos estadounidenses lograron por primera vez utilizar con éxito células madre humanas pluripotenciales inducidas (hiPSC) para tratar enfermedades de la mielina, la capa que las neuronas que permite la transmisión de impulsos nerviosos.
Las células madre pluripotenciales inducidas permiten a los científicos obtener células madre para usos terapéuticos sin necesidad de recurrir al controvertido uso de embriones.
Se trata de estudios de laboratorio cuyo objetivo fue “producir células de mielina a partir de células madre hechas a partir de células de la piel”, le explicó a BBC Mundo Steven Goldman, jefe de la investigación publicada a principios de febrero en la revista científica Cell Stem Cell.
Este descubrimiento abre las puertas a posibles tratamientos de enfermedades neurológicas, caracterizadas por la pérdida de mielina, usando células derivadas de hiPSC.
La mielina actúa como el aislante de los cables de electricidad. Es un tejido graso que enfunda las conexiones entre las células nerviosas y asegura la transmisión nítida de una célula a otra. “Lo que nosotros logramos fue establecer la técnica para crear las células que hacen la mielina”, aclara el especialista de la Universidad del Centro Médico de Rochester, en Estados Unidos.
En una etapa temprana del estudio, el equipo del neurólogo Goldman trasplantó células en ratones con enfermedades de mielina y “estas células restauraron completamente la mielina del cerebro y la médula espinal de los animales, lo que permitió que sobrevivieran”.
Las enfermedades de mielina son un problema para los neurólogos pues el abanico es extenso. “Incluye de todo, desde algunos tipos de infarto hasta esclerosis múltiple, enfermedades pediátricas o hereditarias… es una categoría muy amplia”, agrega Goldman.
Otro reto del equipo de expertos fue identificar la fuente ideal para producir las células de mielina. Hasta ahora las investigaciones estaban enfocadas en células madre embrionales que conllevan una serie de problemas tanto éticos como de efectos secundarios.
“En varios estudios se estableció que el uso de células de embriones podría producir tumores. También preocupaba el hecho de que nunca son la coincidencia genética del paciente en que estas trasplantando la célula y tienes que usar inmunosupresores para evitar el rechazo”, aclara Goldman.
El tejido de la piel se ocupa de resolver todos estos problemas. “En primer lugar no hay un problema ético; después, en estas células -por razones que no están del todo claras- no ves que se generen tumores; y por último, como se pueden tomar del mismo paciente, no producen rechazo”.
El equipo de Goldman es el primero en lograr con éxito el complejo proceso de usar hiPSC para crear las células que producen la mielina (células oligodendrocitos progenitores, OPC). Se trata de un proceso largo. A los expertos les tomo cuatro años establecer la señalización química exacta necesaria para reprogramar, producir y purificar OPC en suficientes cantidades para trasplantar en pacientes. Ahora, preparar a cada paciente les llevaría al menos seis meses. “El tiempo podría ser una desventaja”.
El siguiente paso de los especialistas de la Universidad del Centro Médico de Rochester es iniciar en los próximos dos años estudios clínicos para tratar esclerosis múltiple a partir de células reprogramadas de la piel.