Las empresas comprobaron que el léxico especializado resulta atractivo para los consumidores, que ven una ventaja diferencial en estos productos. AHAs, cardiolipina, nanotecnología, dermobiótica, péptidos, bioingeniería, son algunos ejemplos del lenguaje utilizado a la hora de publicitar productos cosméticos.
AHAs, cardiolipina, nanotecnología, dermobiótica, péptidos, terapia génica, bioingeniería, son algunos ejemplos del lenguaje técnico y científico que se utiliza cada vez más a la hora de vender y publicitar productos de belleza y cosmética.
Las empresas comprobaron que el léxico especializado resulta atrayente para los consumidores, que ven una ventaja diferencial en estos productos.
Estos aseguran tener alta tecnología en sus fórmulas, lo que justifica el precio más elevado en comparación con otros productos del mismo rango.
Así es como aparecen líneas de cuidado de la piel basadas en la bioingeniería, que combinan los procesos naturales con el diseño molecular específico.
Las que llevan AHAs, basadas en alfahidroxiácidos, mejor conocidos como ácidos frutales, los cuales tienen apenas una década en el campo de la cosmética y son ya muy conocidos como la forma más efectiva para combatir arrugas y conservar apariencia saludable y juvenil en el rostro, cuello y manos.
Las que incluyen cardiolipina, un lípido que contribuye a reintegrar y estabilizar las moléculas esenciales para la piel.
Las desarrolladas con nanotecnología, un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas (nanomateriales).
Los publicitados probióticos son complementos microbianos vivos que tienen un efecto muy beneficioso, como contribuir al equilibrio de la flora bacteriana intestinal y potenciar el sistema inmunológico.
Dado que la actuación de estos microbios en el epitelio digestivo tiene analogía con la acción en el epitelio cutáneo, se acercan al mundo del cuidado de la piel buscando obtener los mismos resultados y es allí cuando aparece el término “dermobiótico”.
Un reconocido laboratorio elaboró el primer dermobiótico basado en plancton termal puro que refuerza las defensas de la piel y actúa como un probiótico desde el interior de las células dérmicas.
También se promocionan asociaciones de péptidos para estimular la renovación celular y la síntesis de colágeno.
Los vocablos se amplían cada vez más, y la ciencia no se detiene, por lo que cada vez será más común escuchar nuevos términos asociados a la innovación cosmética, que permitirán seguir vendiendo productos a precios diferenciales.