Un estudio de la Universidad de Gotemburgo señala que los impulsos eléctricos parecen aliviar los casos de náuseas intratables. Es una opción en estudio para controlar la obesidad. Un estudio de la Universidad de Gotemburgo señala que los impulsos eléctricos parecen aliviar los casos de náuseas intratables. Es una opción en estudio para controlar la obesidad.
Un marcapasos que estimula eléctricamente al estómago puede ayudar a controlar los vómitos crónicos en personas que padecen trastornos estomacales graves.
Investigadores suecos probaron, primero, con la estimulación eléctrica temporal del estómago en 27 pacientes y encontraron que el 22% de ellos experimentó menos síntomas, tales como náuseas y vómitos. Luego implantaron un marcapasos permanente mediante cirugía en el estómago de 20 pacientes, y el 90% de ellos experimentó buenos resultados a largo plazo.
Otro estudio de 16 pacientes encontró que la estimulación eléctrica del estómago condujo a menos días en el hospital al año después del tratamiento.
La estimulación eléctrica no parece afectar el estómago a nivel local, señalaron los investigadores de la Universidad de Gotemburgo.
«En cambio, creemos que la estimulación actúa de algún modo sobre el centro del cerebro para las náuseas y los vómitos mediante la activación de vías neurales que van del estómago al cerebro», explicó en el comunicado de prensa la doctora Stina Andersson.
Los marcapasos gástricos ya se utilizan en algunos pacientes diabéticos o con gastroparesis que sufren de vómitos severos. Estos nuevos hallazgos sugieren que los marcapasos gástricos podrían ser efectivos en pacientes que tienen trastornos gastrointestinales difíciles de tratar.
«El tratamiento podría, por ejemplo, ser útil para las náuseas intratables que acompañan la quimioterapia o las náuseas extrema del embarazo», señaló Andersson. «Sin embargo, hasta el momento no se han hecho estudios en esas áreas», aclaró.
Se trata de un pequeño dispositivo electrónico que se le inserta al paciente en el estómago y envía a través de ciertas corrientes eléctricas señales que indican al cerebro sensación de saciedad.
El dispositivo es del tamaño de una caja de fósforos y pesa 55 gramos; se aloja en el abdomen y va conectado a través de un hilo conductor a un electrodo implantado en las paredes del estómago. La computadora emite ondas eléctricas de baja intensidad que ralentizan la digestión y envían mensajes de saciedad al cerebro, con lo que se come menos y se rebaja el peso.
Se coloca en el paciente a través de una cirugía que no es estética.
Aplicación en obesidad
El marcapaso gástrico también es una opción en estudio que busca controlar la obesidad. Está diseñado para personas con obesidad mórbida.
Es un mecanismo relativamente nuevo para los cirujanos bariátricos en Latinoamérica, pero que ya se está utilizando en Brasil y Europa según fue confirmado en el 4º Congreso Latinoamericano de Cirugía Bariátrica y Metabólica que se está realizando actualmente en Cartagena, Colombia.
“Esta cirugía puede ser la respuesta para controlar la obesidad exagerada en los pacientes”, afirmó Rami Mikler, uno de los presidentes del Congreso, médico cirujano de la Universidad Javeriana.
De esta manera se podría controlar no sólo la obesidad sino todo el resto de patologías que llegan con ella.
“El paciente que baja de peso mejora su calidad de vida, se controla la diabetes y la hipertensión (si no se cura), baja la ingesta de medicamentos, los lípidos y la grasa disminuyen y prácticamente desaparecen las molestias de columna y rodilla”, dijo Natan Zundel, otro de los presidentes del evento.