El maquillaje puede infectarse con bacterias después del primer uso. A medida que transcurre el tiempo, esta acumulación de bacterias provoca daños en la piel, en los ojos, en los párpados y en la salud general de la persona. Cuando decidimos renovar nuestro look, solemos apelar a los “recursos” que tenemos a mano. Esto puede ser un alivio para el bolsillo. Pero, si de cosméticos se trata, la idea puede no ser tan buena.
Sucede que “los cosméticos viejos y vencidos albergan cantidades peligrosas de bacterias. Eso no solo afecta directamente a la persona que usa el maquillaje sino a todos los que entran en contacto con el mismo”, explica Mary Duh, médica en dermatología del Sistema de Salud de la Clínica Mayo de Estados Unidos.
“El maquillaje puede infectarse con bacterias después del primer uso. A medida que transcurre el tiempo, esta acumulación de bacterias provoca daños en la piel, en los ojos, en los párpados y en la salud general de la persona”, explica la doctora Duh.
“Cuando el maquillaje se vuelve viejo, empieza a descomponerse y eso puede provocar problemas que van desde inflamación a sarpullidos, ampollas, infecciones de los ojos y conjuntivitis”, agrega.
Además, los datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) indican que en casos muy excepcionales pueden producir ceguera temporal o permanente.
Cosméticos seguros
¿Qué hacer entonces? La doctora Mary Duh ofrece las siguientes reglas de uso.
– Descartar los productos que presentan cambios en el color, la textura o la consistencia (puede suceder que se endurezca o tenga grumos) o tienen olor rancio.
– Nunca compartir los cosméticos. Porque cuando dos o más personas usan los mismos aplicadores o productos, puede producir una contaminación cruzada y transmitir una infección o virus.
– Lavar las manos y los medios de aplicación de los cosméticos antes de usarlos en los ojos. La presencia de bacterias en las manos y los cepillos aumenta la probabilidad de una infección en los ojos o de una reacción alérgica.
– No guardar los cosméticos a temperaturas superiores a 29,4 grados. Por ejemplo, los cosméticos dejados en un vehículo al calor de la intemperie durante períodos prolongados tienen más riesgo de exposición a conservantes por el debilitamiento del maquillaje.
– Al aplicar o retirar productos cosméticos de los ojos, tener cuidado de no raspar el globo ocular ni otras zonas sensitivas del ojo. Los raspones pueden producir infecciones o complicaciones con la vista.
– Apenas se compre un maquillaje, escribir la fecha en el envoltorio. Si no se tiene la seguridad de cuándo desechar el maquillaje, una buena regla general es cada seis meses.
La Clínica Mayo es una organización sin fines de lucro de Estados Unidos, dedicada a la investigación y educación médica.