La baba de caracol ejerce una doble función: estimula la formación del colágeno, elastina y del componente dérmico que reparan los signos del fotoenvejecimiento y minimiza el daño causado por el envejecimiento prematuro de la piel. Contiene alantoína, ácido glicólico, colágeno, elastina y proteínas.
Es importante tener en cuenta que ANMAT es el ente regulador oficial del sector cosmético en la Argentina, por lo que sus comunicados sobre cualquier tema no expresan una opinión ni significan un punto de vista más, sino que tienen el valor de representar la normativa oficial vigente en la materia. Es decir, lo estudiado, avalado y autorizado.
Productos cosméticos que contienen baba de caracol
Existen estudios que indican que la baba de caracol ayuda a hidratar y mejorar el aspecto de la piel con signos de fotoenvejecimiento.
La baba de caracol ejerce una doble función. Por una parte, estimula la formación del colágeno, elastina y del componente dérmico que reparan los signos del fotoenvejecimiento y, por la otra, minimiza el daño causado por el envejecimiento prematuro de la piel.
La baba de caracol contiene alantoína, ácido glicólico, colágeno, elastina y proteínas, entre otros:
– Alantoína: se ha comprobado que es un estimulante de la epitelización de la piel por estímulo de la proliferación celular.
– Ácido glicólico: hace posible la exfoliación o peeling, eliminando las células muertas que se encuentran sobre la piel.
También ayuda a que los demás ingredientes penetren en los folículos pilosos, donde ejercen su acción regeneradora de los tejidos dañados.
– Colágeno y elastina: estos dos importantes componentes del tejido conectivo de la piel se encuentran también en la baba del caracol.
– Proteínas: contribuyen al enriquecimiento y suavidad de la piel.
Es importante recordar que los productos cosméticos no deben hacer alusión, en su rotulado y publicidad, a acciones terapéuticas, ya que la definición establecida en la Resolución Nº 155/98 indica que los productos cosméticos, para la higiene personal y perfumes son “aquellas preparaciones constituidas por sustancias naturales o sintéticas o sus mezclas, de uso externo en las diversas partes del cuerpo humano: piel, sistema capilar, uñas, labios, órganos genitales externos, dientes y membranas mucosas de la cavidad oral, con el objeto exclusivo o principal de higienizarlas, perfumarlas, cambiar su apariencia, protegerlas o mantenerlas en buen estado y/o corregir olores corporales. Estos productos no podrán proclamar actividad terapéutica alguna.”
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es un organismo descentralizado de la Administración Pública Nacional de la República Argentina creado en agosto de 1992 mediante decreto 1490/92.
Colabora en la protección de la salud humana, garantizando que los cosméticos, medicamentos, alimentos y dispositivos médicos a disposición de los ciudadanos posean eficacia (que cumplan su objetivo terapéutico, nutricional o diagnóstico) seguridad (alto coeficiente beneficio/riesgo) y calidad (que respondan a las necesidades y expectativas de la población).
Para ello, se encarga de llevar adelante los procesos de autorización, registro, normatización, vigilancia y fiscalización de los productos de su competencia en todo el territorio argentino.
La ANMAT depende técnica y científicamente de las normas y directivas que le imparte la Secretaria de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud, con un régimen de autarquía económica y financiera.
En 2011, fue distinguida como “Autoridad Reguladora de Referencia Regional para Medicamentos” por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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