Las senescentes son células envejecidas que están cerca de morir y han perdido la capacidad de dividirse y se acumulan con la edad. Según un estudio de la Clínica Mayo, en EE.UU, al eliminarlas en ratones la esperanza de vida de los animales tratados aumenta hasta un 35%. Algunas células del sistema inmune, las células senescentes, podrían ser una de las claves para la longevidad.
Los resultados, que aparecen en Nature, demuestran que el aclaramiento (limpieza) de las células senescentes retrasa la formación de tumores, preserva la función del tejido y órgano, y extiende la vida útil, sin efectos adversos observados.
Científicos de la Clínica Mayo.
«La senescencia celular es un mecanismo biológico que funciona como una especie de ‘freno de emergencia’ que emplean las células dañadas para dejar de dividirse», explica Jan van Deursen, autor principal del artículo.
Y eso es lo que hace en ocasiones el sistema inmune, que limpia o ‘barre’ las células senescentes; sin embargo, con el tiempo se vuelve cada vez menos eficaz.
Para la buena noticia es que se puede mejorar esta limpieza de células senescentes a través de fármacos.
Ratón con células senescentes bloquedas: mejor función renal, retraso en la formación de tumores, mejor tolerancia al estrés cardiaco, menos riesgo de cataratas, etc. Imagen: Nature
Tras la administración de un compuesto llamado AP20187, y la consecuente eliminación de las células senescentes, se retrasó la formación de tumores y se redujo el deterioro relacionado con la edad de varios órganos.
Otros efectos de esta terapia de la ‘longevidad’ observados fueron una apariencia más sana y una reducción importante de la inflamación en la grasa, el músculo y el tejido renal.
«Las células senescentes que se acumulan con el envejecimiento son perjudiciales en gran medida: dañan a los órganos y tejidos, y por lo tanto acortan su vida», señala el doctor van Deursen.
El experto cree que las «las terapias que imiten nuestros hallazgos -o nuestro modelo genético que hemos utilizado para eliminar las células- como fármacos u otros compuestos que pueden eliminar las células senescentes podría sería útil para tratar algunas enfermedades relacionadas con la edad».
En personas
¿Y en humanos? Darren Baker, primer autor del estudio, es optimista acerca de las posibles consecuencias de su estudio para los seres humanos.
En este sentido, si tenemos en cuenta que las células senescentes no proliferan rápidamente, «un fármaco podría eliminar con eficacia y rapidez la cantidad suficiente de células para tener un profundo impacto en sobre la salud y la vida útil».