Antes de aplicar un producto cosmético es imprescindible determinar el tipo de piel. Conocer las características propias de cada una es fundamental para prevenir complicaciones y evitar problemas. En este caso, lo que hay que saber sobre pieles grasas. Antes de aplicar un producto cosmético es imprescindible determinar el tipo de piel. Conocer las características propias de cada una es fundamental para prevenir complicaciones y evitar problemas.
En el caso de las pieles grasas, tienen unas características especiales que es importante conocer y tener en cuenta.
Productos de higiene facial
La higiene es un proceso muy importante en el cuidado de esta piel. Por lo tanto, se debe tener muy en cuenta la limpieza diaria: un producto adecuado ayuda a reducir visiblemente las imperfecciones y tonificar la piel.
Es necesario que el cosmético no sea comedogénico, que limpie las impurezas, el exceso de grasa o sebo y que elimine o controle las bacterias que se encuentran sobre la superficie de la piel, a la vez que ayude a regular el equilibrio cutáneo.
Es decir, deberá regular la secreción sebácea, sin resecar y sin ser comedogénico (que no facilite y provoque la aparición de comedones o granos).
Normalmente se usan ingredientes con cierta actividad exfoliante, que ayudarán a retirar o eliminar la capa córnea de la piel, que es aquella formada por células que se descama de forma natural.
También pueden usarse activos con cierta actividad calmante, antiinflamatoria y cicatrizante, ya que, como en el caso del acné, suelen aparecer lesiones y molestias.
También activos con acción antibacteriana, específicamente que actúen sobre las bacterias implicadas en la aparición del acné.
En los casos de pieles grasas, con tendencia acneica, el objetivo principal de los cosméticos de higiene facial es el de limpiar, desintoxicar y normalizar la producción de sebo.
Cremas “oil free”
Son un tipo de formulación cosmética que puede ser adecuada para la piel grasa.
Se trata de cremas que proporcionan una sensación de frescura y que se absorben rápidamente.
Son muy evanescentes y no tienen tacto graso porque, precisamente, no contienen grasa. Es decir que al aplicarlas sobre la piel no dejan residuo alguno.
Este tipo de cosméticos se formulan con diferentes activos en función del objetivo buscado: hidratantes, para la flacidez, para pieles arrugadas o con manchas, por ejemplo.
Así, se puede añadir cualquier ingrediente mientras que no estimule la producción de grasa sobre la piel, o que no sea contraproducente para el tratamiento de las pieles grasas con tendencia al acné.
Productos concentrados y específicos
Los cosméticos concentrados son productos diseñados específicamente para tratar un problema concreto de la piel. En este caso, el acné.
El hecho de concentrar los activos o ingredientes cosméticos permite reforzar el resultado global del tratamiento, ya que se usan en combinación con otros productos con la misma finalidad o diseñados para tratar el mismo tipo de piel.
En el caso de las pieles grasas, se suele elaborar soluciones tónicas con actividad seboreguladora y propiedades equilibrantes.