La última tendencia en uñas despierta interés y rechazo por igual. Se trata del bubblenails (uñas burbuja) o humpnails (uñas jorobadas). Las «burbujas» simulan el diseño 3D y son esencialmente acrílicos con un grosor mucho mayor de lo normal. Atrapan todas las miradas. La última tendencia en uñas despierta interés y rechazo por igual. Se trata del bubblenails (uñas burbuja) o humpnails (uñas jorobadas).
Las uñas definen tu personalidad: algunas las lucimos muy llamativas; otras, más trendy.
Las «burbujas» simulan el diseño 3D y son esencialmente acrílicos con un grosor mucho mayor de lo normal. Atrapan todas las miradas.
Para lograr esta apariencia, la manicura coloca un relieve esférico de acrílico en el centro de la uña y la construye a gusto sumándole capas.
Luego, viene la magia del color y el adorno con otros elementos. Mientras más corta sea la uña, será más «jorobada» que «burbuja».
La moda comenzó en el año 2009, cuando la revista norteamericana Clavos publicó una nota sobre este estilo popular.
Seis años después, las burbujas alcanzaron gran popularidad en las manos y en las redes sociales, especialmente en Instagram, donde miles de usuarias postean sus fotos con el hashtag #bubblenails.
Poco perdurable
Los acrílicos en las uñas se usaron por años, sobre todo, para alargarlas.
En este caso, a través de la aplicación de varias capas se puede crear una pieza muy pesada, y el acrílico puede ser más propenso a caerse.
Todavía en las escuelas de belleza no se enseña la técnica, por lo que las manicuras más arriesgadas deben aprender solas a través de tutoriales en la Web.
¿Qué dicen los críticos?
Las críticas a esta tendencia no se hicieron esperar.
Se dice que este «maquillaje» es igual a pegarse caramelos en los dedos, o que la uña se aprecia exactamente igual a cuando se nos hinchan los dedos por un golpe.
También, entre miles de imágenes de diseño que aparecen en las redes sociales, se cuelan los memes divertidos y burlones.