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Cuidado de la piel de las manos

Cuidado de la piel de las manos

Cuidar la piel es fundamental a la hora de prevenir el envejecimiento prematuro y, sobre todo, para evitar algunos problemas cutáneos muy comunes, como ser el exceso de grasa o la resequedad.

En el caso particular de las manos, es curioso que siendo unas de las partes de nuestro cuerpo que más utilizamos diariamente, al mismo tiempo suela ser, también, una de las zonas que más solamos olvidar. Especialmente a la hora de cuidar la salud y la belleza de la piel que las recubre y que nos protege.

De hecho, son varios los factores que pueden influir en la aparición de distintas afecciones en la piel de las manos; siendo la sequedad una de las más habituales.

Entre estos factores, podemos mencionar el clima (en especial el aire frío), el lavado con agua muy fría o muy caliente o en exceso, la manipulación de determinados productos de limpieza (como detergentes) y una dieta alimentaria poco variada y equilibrada.

Hábitos saludables, manos jóvenes

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A la hora de mantener las manos jóvenes se debe prestar especial atención no sólo a los factores mencionados, que en definitiva son algunos de los principales “culpables” de que la piel de las manos tienda a resecarse, sino también a otros hábitos que influyen negativamente en su salud.

A continuación, algunos hábitos útiles para cuidar las manos y mantenerlas siempre jóvenes y sanas.

Buena hidratación

La hidratación es importantísima para nuestro organismo. No sólo por fuera (para cuidar la piel), sino también por dentro, ya que es vital para que el organismo lleve a cabo sus funciones básicas fundamentales.

Además, el mantener una hidratación adecuada también ayuda a conservar una piel perfecta en todo el cuerpo. Esto se debe a que las células cutáneas necesitan de una adecuada hidratación interna.

Pero no sólo es adecuado beber agua, también puede optarse por jugos naturales e infusiones.

La importancia del lavado

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El agua muy fría o muy caliente pueden ser negativas no sólo para la salud de la piel de las manos, sino también para la salud en general.

El motivo es que tanto una como otra eliminan gran parte de la hidratación cutánea, sobre todo si además se utiliza algún jabón que no sea adecuado para el pH de la piel.

Lo más adecuado, entonces, además de lavarse las manos con agua templada es acostumbrarse a utilizar jabones especiales y suaves que contengan algún agente o compuesto hidratante.

Utilización de cremas

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Las cremas para las manos aportan hidratación y protección a la piel.

Es conveniente aplicarse crema en las manos al menos dos veces por día: por la mañana, después de la ducha (o antes de salir de casa), y por la noche, antes de acostarse.

En el primero de los casos se protegerá a la piel de las distintas agresiones propias del día a día. Mientras que la aplicación nocturna ayudará a regenerarla y recuperarse de los posibles daños sufridos a lo largo de la jornada.

Por otra parte, y dependiendo del problema cutáneo que se pueda tener, es aconsejable optar por cremas que hayan sido elaboradas específicamente para el tratamiento de grietas, manchas o rojeces.

El aceite de coco es ideal para el cuidado de la piel de las manos, ya que aporta hidratación y ayuda a conseguir una maravillosa suavidad.

Automasaje de manos

Una opción útil, práctica y sencilla para el cuidado diario de las manos es realizarse un automasaje.

Para ello, aplicar primero un poco de crema hidratante, aceite de oliva o de almendras y luego frotar enérgicamente ambas manos durante 5 a 10 minutos.

No olvidar las uñas

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Las uñas también forman parte de las manos y, como ocurre con la piel, también es habitual olvidarse de ellas, en especial de su cuidado.

Teniendo en cuenta que el estado de las uñas dice mucho acerca de la salud general, es importante prestar atención, por ejemplo, a la aparición de manchas blancas y a las uñas quebradizas.

Si se encuentran débiles es adecuado utilizar un endurecedor de uñas con nutrientes.

Además, hay que recordar siempre que es fundamental mantener una adecuada nutrición, útil para aportar los nutrientes esenciales que tanto necesitan las uñas: vitaminas A y B, calcio, yodo y zinc.

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