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Piel asfíctica: la consecuencia de utilizar cosméticos inadecuados

Se denomina piel asfíctica (tambien llamada ocluida o asfixiada) a aquella que, por falta de riego sanguíneo o por la aplicación de cosméticos inadecuados, de tipo astringente, ha obstruido completamente el folículo pilosebáceo. Se halla en la categoría de pieles grasas, con un problema a la hora de liberar el sebo al exterior. Se denomina piel asfíctica (tambien llamada piel ocluida o asfixiada) a aquella que, por falta de riego sanguíneo o por la aplicación de cosméticos inadecuados, de tipo astringente, ha obstruido completamente el folículo pilosebáceo.

Por lo tanto, una piel asfíctica se halla en la categoría de pieles grasas, con un problema a la hora de liberar el sebo al exterior.

Este se solidifica dentro del poro, taponándolo y produciendo micro quistes denominados miliums. Pequeños depósitos de grasa perfectamente visibles desde el exterior pero que se hallan atrapados dentro de la piel.

Su emulsión hidrolipídica no está bien definida. La secreción sebácea está modificada, se vuelve dura y no sale al exterior, de ahí que presente tendencia acneica.

Sin embargo, a veces las pieles ocluidas no se relacionan con la secreción sebácea aumentada, sino normal. La dermis se irrita y se descama.

Piel

Características fisiológicas:

– Aumento de secreción sebácea que queda retenida.

– Formación de comedones, sobre todo en los laterales.

– Poca protección de la película hidrolipídica, con deshidratación en las zonas donde no se forma la emulsión.

– Aspecto pálido, con quistes y comedones; también miliums.

– Exceso de queratinización.

Observación visual:

– Brillo graso en las zonas seborreicas.

– Poros perceptibles en las zonas grasas.

– Aspecto mate y marchito en mejillas; sensible.

– En las zonas no seborreicas, poros cerrados.

– Pequeños microquistes de color blanco, especialmente en la zona de las mejillas y contorno de ojos.

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Observación táctil:

– Piel algo gruesa por hipertrofia difusa.

– Tacto acartonado.

– Rugosa, áspera y se irrita fácilmente.

Consecuencias:

– No tolera el jabón ni algunos cosméticos.

– Se irrita con productos astringentes.

– Pigmenta mal, le salen manchas, rojeces.

– Carece de capacidad defensiva.

Tratamiento:

– Lo primero es acabar con la causa que, en la mayoría de los casos, es consecuencia de la utilización de cosméticos inadecuados y de hacer un mal uso de ellos.

– Se recomienda no utilizar jabones.

– Efectuar peelings que actúen en profundidad pero que, a la vez, no sean agresivos.

– Realizar tratamientos de limpieza facial, protección y reparación de la piel.