test top website

La importancia de la exfoliación en el cuidado de manos y pies

Para evitar o combatir el resecamiento en talones y manos, primero debemos comenzar por eliminar las células muertas de la piel. Al exfoliar estas zonas ayudamos a que se regeneren más rápido y liminamos impurezas. Hay dos tipos básicos de exfoliantes: los mecánicos y los químicos. Los pies, y en especial los talones, suelen ser los grandes olvidados y no reciben los mismos cuidados a los que dedicamos a otras partes del cuerpo.

Los talones agrietados son un signo de falta de atención al pie, sobre exposición o falta de humectación.

Las manos, por su parte, son la parte del cuerpo que mas utilizamos día a día razón por la cual se ven expuestas al contacto con diversas sustancias irritantes o incluso por un lavado por demás frecuente.

Las razones más frecuentes

– Envejecimiento natural. A medida que avanzamos en edad, la piel pierde elasticidad una de las principales razones que determinaran la sequedad de la piel.

– Factores hereditarios. A veces, el tener la piel seca depende de ciertas características genéticas.

– Rutinas diarias. La piel seca y gruesa alrededor de los talones es más propensa a agrietarse y, mayormente, se debe a una excesiva actividad del pie. Tiempos prolongados paradas o pisos duros pueden también causar grietas en los pies.

– Factores ambientales. Ambientes o lugares secos y sin humedad producen resequedad en la piel y esto puede ser consecuencia del clima (invierno) o producto de una habitación cerrada con calefacción, por ejemplo. También el contacto con ciertos productos químicos produce sequedad en la piel, ya sea por el contenido agresivo de los productos o por la frecuencia de su utilización.

– Alimentación. Una alimentación pobre en vitaminas y minerales provocan falta de humedad en la piel.

– Enfermedades y desórdenes. Pie de atleta, soriasis, eczema, problemas de tiroides, diabetes y otras condiciones en la piel pueden también causar piel y talones resecos y agrietados.

Exfoliar, esencial

/

Para evitar o combatir el resecamiento en talones y manos, primero debemos comenzar por eliminar las células muertas de la piel.

Al exfoliar estas zonas ayudamos a que se regeneren más rápido y eliminamos impurezas.

Para los talones, este procedimiento se puede realizar en seco utilizando una piedra pómez o esponja vegetal que se pasará con movimientos circulares y suaves por las zonas con durezas, una vez por semana.

En el caso de las manos, hay que hacerlo en húmedo y con un producto exfoliante.

Después de secar bien la piel, es necesario aplicar crema o loción humectante dos veces por día.

Los tipos de exfoliantes

Hay dos tipos básicos de exfoliantes: los mecánicos (físicos) o sea gránulos, esponjas, etc. y los químicos o enzimáticos.

/

El exfoliante más común es el llamado gommage, de gránulos o de arrastre, que actúa arrastrando las células muertas que hay en la superficie de la piel.

Este producto contiene una suave mezcla de minerales y microesferas de fricción que, con el movimiento, son las que van levantando la piel muerta.

Estos gránulos, para que no dañen ni produzcan cortes en la piel, tienen que tener una forma redondeada.

Se aplica con la piel húmeda, masajeando durante unos minutos y luego limpiando con agua. La piel queda suave, libre de células muertas y luminosa. Vienen en forma de cremas o lociones y pueden utilizarse en domicilio.

Los exfoliantes químicos se presentan en tipo crema o en formato mascarilla y no llevan gránulos. Ejemplos de este tipo de exfoliantes incluyen ácido glicólico, ácido salicílico, todos los peelings y exfoliantes con enzimas como la enzima de la papaya, la piña y otras.

Pueden venir en cremas de uso domiciliario y en forma de peelings, pero estos últimos, que contienen ácidos, deben ser realizados por profesionales en gabinete.

Asesoró: doctora Adriana Szapinka, medica especialista en belleza y antienvejecimiento y directora de BioZone, Centro de Medicina Estética.