Desde hace varios años se habla de una patología llamada tanorexia o adicción al bronceado. Como sucede con la anorexia, los tanoréxicos son personas obsesionadas por el bronceado perfecto y nunca están conformes con su color de piel.
Desde hace varios años los dermatólogos y otros especialistas, así como también los medios de comunicación, están hablando de una patología a la que han denominado tanorexia (por la palabra tan, que significa bronceado en inglés) o adicción al bronceado (tanning addiction).
El término tanorexia fue adoptado por la similtud de ansiedad que se presenta en la anorexia nerviosa, desorden alimenticio caracterizado por una imagen distorsionada del cuerpo y obsesión por la belleza ideal.
Aunque su existencia aún no está cien por ciento aceptada por la comunidad médica, la tanorexia es un trastorno que resulta cada vez es más común.
Lo padecen personas que suelen ser clientes frecuentes de los solariums y aprovechan cualquier oportunidad y circunstancia para tenderse bajo el sol. Parecería ser, entonces, que los rayos UV son su principal deleite.
A este tipo de personas obsesionadas por el bronceado perfecto se le conoce como tanoréxicos. Ya sea que lo hagan tomando el sol al aire libre o en cabinas de rayos UV.
Aunque el término «tanorexia» es utilizado comunmente no sólo por la prensa sino también por los propios médicos para describir el síndrome, tanto su existencia como su denominación aún no han sido aceptadas totalmente por la comunidad médica.
Un bronceado peligroso, con riesgos físicos y mentales
Una tanoréxica famosa: Donatella Versace.
Como sucede con la anorexia, los tanoréxicos nunca están a gusto con su color de dermis.
El empeño por alcanzar su ideal de belleza, entonces, llega a grados compulsivos y graves.
Así como quien sufre de anorexia se ve siempre con sobrepeso, los que tienen tanorexia se ven “no muy bronceados” o hasta pálidos, aunque no lo estén.
En este proceso, además de invertir mucho tiempo y dinero, se puede dañar, tal vez de manera irreparable, la piel de todo el cuerpo.
Como con las sesiones de bronceado repetidas se produce un cambio en la síntesis de la regeneración celular llamado fotodaño, los tanoréxicos tienen más probabilidades de adquirir un cáncer, por ejemplo.
De hecho, con cada exposición al sol se incrementa un 10 por ciento esta posibilidad.
Los casos graves de tanorexia pueden ser considerados muy peligrosos debido a la sobreexposición a los rayos ultravioleta que conlleva dicha adicción, hecho que puede ser causa de muchos efectos secundarios negativos, entre ellos el cáncer de piel.
En casos extremos, puede ser un indicador de padecer un trastorno dismórfico corporal, un trastorno mental en el que uno es excesivamente crítico en relación a su físico o imagen ya sea real o imaginado, como sería el caso de la anorexia.
Rayos UV y endorfinas
En el 2006, un estudio hecho por la Universidad Wake Forest dejó ver que los tanoréxicos, o gente con obsesión por el bronceado, puede tener esta fuerte inclinación debido a que los rayos UV les provocan una experiencia placentera, tal como lo haría cualquier droga.
Como la exposición a las radiaciones le provoca un momento de euforia, cada vez que toma sol o ingresa a un solarium su organismo produce endorfinas que le brindan una sensación de bienestar al alejar el dolor.
Estudios médicos y científicos más importantes
– 2005: Patrón adictivo.
En el año 2005, un grupo de dermatólogos publicaron un estudio que demostraba que los tanoréxicos experimentaban una pérdida del control de sus límites ya que, pudiendo hacerlo, evitaban detener el proceso de bronceado una vez que la piel ya estaba morena.
Dicho patrón es similar a otras adicciones como el alcoholismo o el tabaquismo.
(M. Warthan, T. Uchida, R. Wagner, Jr. UV «Light Tanning as a Type of Substance-Related Disorder». Archivos de Dermatología, agosto de 2005; volumen 141: pag. 963-966)
– 2006: Síndrome de abstinencia.
Las pruebas bioquímicas de un estudio realizado en 2006, indicaron que dicha adicción al bronceado es producida por una liberación de opioides y endorfinas mientras se toma el sol.
Los individuos analizados en el estudio que tomaron el sol con gran frecuencia, al cortar el ciclo presentaron un grave síndrome de abstinencia, mientras que los que tomaron el sol en cantidad moderada no experimentaron cambios destacables.
(M. Kaur, A. Liguori, W. Lang, S. Rapp, A. Fleischer, Jr., S. Feldman. «Induction of withdrawal-like symptoms in a small randomized, controlled trial of opioid blockade in frequent tanners». Diario de la Academia Americana de Dermatología, 54(4): p. 709-711, 2006)
– 2012: Efectos adictivos.
En otro estudio del mes de mayo de 2012 se confirmó nuevamente las efectos adictivos de la exposición solar.
(Cynthia R. Harrington et al. Activation of the mesostriatal reward pathway with exposure to ultraviolet radiation (UVR) vs. sham UVR in frequent tanners: a pilot study. 17. p. 680–686)
Algunos síntomas de la tanorexia
A pesar de que el síndrome no ha sido oficialmente descrito por la comunidad médica, algunos de los síntomas que presentan los afectados son:
– Compulsión por aumentar y mantener el tono ganado experimentando excesiva ansiedad.
– Competitividad con compañeros por conseguir el bronceado más oscuro.
– Frustración e insatisfacción crónica por los resultados obtenidos.
– Convencimiento constante de que su tono de piel es inferior de lo que realmente es.
– Pérdida de apetito provocada por la sensación de falta de horas al sol.