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Síndrome de Visión Informática: cómo proteger los ojos de las computadoras

El llamado Síndrome de Visión Informática resulta de la exposición prolongada a pantallas luminosas y a una distancia reducida, y puede ocasionar varios síntomas, entre ellos visión borrosa, fatiga e irritación ocular. Cerca del 90% de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden desarrollar este síndrome. Si alguna vez tu madre te dijo eso de «no mires la pantalla tan de cerca que te vas a volver ciego», sabrás después de tantos años que estaba exagerando. Sin embargo, debes tener en cuenta que mirar una pantalla, desde cerca y durante mucho tiempo, tiene consecuencias.

El llamado Síndrome de Visión Informática o Computer Visual Syndrome (CVS), en sus siglas en inglés, resulta de la exposición prolongada a pantallas luminosas y a una distancia reducida, y puede ocasionar varios síntomas, entre ellos visión borrosa, fatiga e irritación ocular.

Datos del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral en Estados Unidos advierten que cerca del 90% de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden desarrollar este síndrome.

Y según la Asociación Americana de Optometría, aunque en algunos individuos los síntomas desaparecen tan pronto como se deja de trabajar frente a una computadora, en otros estos prevalecen o empeoran si se siguen usando estos aparatos de forma inadecuada.

Fatiga ocular

Dolor de cuello, ojos enrojecidos, fatiga, tensión ocular, sensibilidad a la luz, sequedad, visión doble, borrosa o mareos, son algunos de los síntomas más típicos.

«La acumulación de horas de trabajo a una determinada distancia de la pantalla, sin descanso, con poco parpadeo, ocasiona una fatiga visual que se puede corregir con métodos sencillos», explica a BBC Mundo Enrique Orellana Bofarull, del Colegio Nacional de Optometristas de España.

«Cuando fijamos la vista sobre la pantalla, hacemos que el cristalino aumente su potencia, y para ello éste se comprime convirtiéndose en una bola más convexa».

Este sobreesfuerzo muscular es lo que nos acabaría cansando el ojo, y a eso habría que añadirle el problema de la falta de irrigación lacrimal.

Está comprobado que cuando miramos una pantalla pestañeamos hasta un 30% menos que en circunstancias normales, lo que hace que se irrite fácilmente.

Además, mantener una postura inadecuada frente a la pantalla para ver mejor puede ocasionar dolores musculares en cuello y espalda.

Cómo evitar el SVC

Según los expertos, una de las primeras cosas que podemos hacer para evitar sufrir este síndrome, es reducir la altura en la que se encuentra nuestro monitor.

Cuando leemos un libro solemos ubicarlo en una posición baja, de otra forma es antinatural para nuestros ojos. Por ello, la parte superior de la pantalla debería ubicarse al mismo nivel que nuestros ojos.

La distancia entre los ojos y la pantalla también es importante, ya que si es inadecuada puede provocar problemas cervicales. No obstante, esta distancia depende de las características de la persona. Alguien más alto necesitará mayor distancia que una persona de altura media o un niño.

Los expertos también destacan la importancia de una buena iluminación de ambiente, ya que demasiado contraste contribuye al cansancio.

Y hay que tratar de tomarse descansos, idealmente siguiendo lo que en inglés llaman la regla del «20-20-20», cada 20 minutos enfocar la mirada a una distancia de 6 metros durante 20 segundos.

Orellana recomienda combinar todos estos hábitos con el uso de lentes específicas.

«Lentes para trabajar a distancia media y próxima. Puede que cuando levantemos la visión de la pantalla no veremos de una forma lo suficientemente nítida, pero en ese entorno no necesitamos la precisión de cuando estamos conduciendo», aclara.

Compañías fabricantes de lentes como la alemana Zeiss o la francesa Essilor, suministran este tipo de protección visual frente a pantallas.

Múltiples causas

El hecho de que las personas que pasan mucho tiempo frente a un computador sean propensas a sufrir los síntomas del síndrome visual informático, no quita que también puedan deberse a muchos otros factores.

«Un usuario con estos síntomas, tiene que dirigirse a un profesional para ver qué es», advierte Orellana.

Por otra parte, cuanta más edad, más propenso es uno a sobreesforzar los ojos frente a una pantalla.

Lejos de lo que se pueda pensar, aunque los ojos de los niños tienen músculos más tiernos, estos tienen más capacidad para adaptarse a las circunstancias.

Aún así, hay que tratar de inculcar buenos hábitos de uso tanto a niños como a los adultos . Así que una vez frente a la pantalla, recomienda el experto, «hay que tener un programa de trabajo, pero también de relax».

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Buenos hábitos tecnológicos

Tableta: Buena iluminación de ambiente, no trabajar acostado durante mucho tiempo, cambiar de postura de vez en cuando, descansos regulares, utilizar lentes especiales.

Computadora: buena iluminación, posición erguida, distancia y altura adecuada, descansos, uso lentes especiales.

Smartphone: buena iluminación, posición correcta, descansar la vista, uso de lentes especiales.