Una piel joven y cuidada se comporta de manera diferente a una piel envejecida. Mientras que la primera tarda tan sólo 6 horas en recuperarse, la segunda demora cerca de 30 horas para reconstituirse y recuperar su aspecto saludable. Pérdida de elasticidad, aparición de arrugas, líneas de expresión y textura rugosa son el resultado de este proceso. Pese a que el envejecimiento es una parte inevitable de la vida, en la actualidad las personas prefieren optar por acciones o productos que combatan en conjunto los signos de la edad. La actividad física, una alimentación balanceada, un look juvenil y los productos antienvejecimiento son las opciones preferidas por hombres y mujeres.
Una piel joven y cuidada se comporta de manera diferente a una piel envejecida. En efecto, mientras que la primera tarda tan sólo 6 horas en recuperarse, la segunda demora cerca de 30 horas para reconstituirse y recuperar su aspecto saludable, lo que es totalmente normal teniendo en cuenta que con el paso de los años las células también envejecen volviéndose menos resistentes a los agresores externos.
Pérdida de elasticidad, aparición de arrugas, líneas de expresión y textura rugosa son el resultado de este proceso.
Pese a que muchas son las fórmulas que se ofrecen como milagrosas, lo cierto es que los signos del envejecimiento se deben tratar todos al mismo tiempo para obtener resultados visibles y duraderos.
Causas del envejecimiento: identificarlas y actuar a tiempo
El envejecimiento de la piel es una situación compleja que se manifiesta a través de factores causados por diversos agentes como:
– La pérdida de colágeno de la piel, que ocasiona que la cantidad de fibras elásticas disminuya significativamente.
– Reducción en el espesor de la dermis porque el tiempo de renovación de las células disminuye en un 50%.
– Pérdida de la hidratación natural ya que con el tiempo las glándulas sebáceas se atrofian, lo que a su vez provoca que la gravedad atraiga los tejidos hacia abajo.
– Los cambios hormonales ocasionados por el estrés, el embarazo o la menopausia. Una alimentación rica en grasas saturadas y harinas refinadas también ocasiona daño cutáneo debido a la ausencia de vitaminas y minerales necesarios para la piel.
– La falta de protección solar y el consumo de cigarrillo vuelven la dermis más frágil, afectando la producción de colágeno y elastina.
Componentes para combatir el envejecimiento cutáneo
Aunque el panorama es algo desalentador, de acuerdo con algunos estudios realizados por científicos reconocidos en Estados Unidos, tres componentes ayudan eficazmente a combatir el envejecimiento de la piel:
– Los retexturizantes cuyas propiedades ayudan a la renovación epidérmica corrigiendo visiblemente las arrugas.
– Los reafirmantes que ayudan a la piel a recuperar su grosor y densidad. Como su nombre lo indica, afirman la dermis dándole un aspecto más suave y joven.
– Los hidratantes, encargados de reducir la rugosidad cutánea reforzando la elasticidad y la barrera protectora de la piel.
Para combatir estos signos, científicos estadounidenses identificaron los componentes que, al combinarlos, pueden mejorar rápida y eficazmente múltiples signos de envejecimiento de la piel: el ácido jasmónico, el extracto de árbol de haya y el ácido hialurónico.
El ácido jasmónico es un retexturizante por excelencia, mientras que el extracto de árbol de Haya es conocido por su capacidad para mejorar la firmeza, grosor y densidad de la piel.