No hay dudas de quienes son las responsables del acné: las bacterias. Sin embargo, hasta ahora no se sabía que hay dos tipos de cepas, unas malas y otras buenas. Las malas son las que causan los granos que afectan a millones de personas en todo el mundo. Si las cepas buenas son las que proliferan en tu piel, ésta permanecerá sin acné.
No hay dudas de quienes son las responsables del acné: las bacterias. Sin embargo, hasta ahora no se sabía que hay dos tipos de cepas, unas malas y otras buenas. Las malas son las que causan los granos que afectan a millones de personas en todo el mundo. Si las cepas buenas son las que proliferan en tu piel, ésta permanecerá sin acné.
Si padeces de acné, estoy segura que habrás hecho hasta lo imposible por encontrar el remedio para que desaparezcan esos molestos granos y para tener una piel sana y hermosa. Tal vez te habrás preguntado mil veces “¿por qué yo?” al ver que muchas personas a tu alrededor no tienen ni una sola espinilla. Podrán decirte que es la genética, la alimentación o darte cualquier otra razón. Pero la verdad es que según un estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), las bacterias son las únicas responsables del acné.
La novedad del estudio es que afirma que todos tenemos bacterias en la piel, sólo que algunos tenemos bacterias buenas y otros, bacterias malas. En el primer caso, la piel permanece sin acné (y además protegida contra dicha condición), mientras que en el segundo, es decir, cuando se tiene una cepa de las bacterias malas, en la piel brotan los famosos granos o aparecen las espinillas o lo que llamamos acné.
Varios estudios anteriores ya habían descubierto que los granos se producen por un microbio denominado Propionibacterium acnes, el cual se desarrolla en la parte más profunda de los poros y produce las espinillas y los granos. Lo que no se sabía es que este microbio tenía diferentes cepas.
Los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) encontraron que así es luego de analizar a 101 personas voluntarias, de las cuales 49 tenían acné y el resto no padecían de acné.
Analizaron entonces el ADN del microbio tomado de la parte superior de la nariz e identificaron tres tipos diferentes de cepas bacterianas. Dos de ellas se manifestaron en las personas que tenían acné y no en las de personas cuya piel no tenía granos ni espinillas. Una tercera cepa de la bacteria es común en la piel sana y rara vez aparece en las personas con acné.
Es decir, que las personas con acné tienen por lo general una o dos de las cepas denominadas ‘malas’ y las personas con la piel tersa tiene una cepa ‘buena’.
Tal como las bacterias que se encuentran en el yogur y se consideran buenas para proteger al intestino, la cepa ‘buena’ que están en la piel destruye a las bacterias perjudiciales y protege a la piel del acné.
Este es sin duda un hallazgo importante, sobre todo porque puede servir para crear nuevos medicamentos para curar el acné, incluso detenerlo antes de que aparezca.
Los investigadores, también piensan que éste podría ser el origen de tratamientos personalizados para el acné, pues se podrían recetar cremas específicas para las cepas presentes en la piel de cada persona.
Esta es una excelente noticia para los millones de personas que sufren de acné, en especial los adolescentes y los adultos jóvenes en todo el mundo. Aunque cabe decir que también hay adultos que padecen de acné y que se beneficiarán.