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Watsu, el masaje flotante

Watsu es Shiatsu en el agua. Tener el cuerpo sumergido en el agua permite aprovechar el estado de ingravidez para liberar los músculos y las articulaciones. El Watsu es empleado por kinesiólogos, masajistas y otros profesionales corporales en todo el mundo para tratar estrés, dolores crónicos, artritis, fibromialgia, desórdenes del sueño y muchas otras afecciones.
El Watsu debe su nombre a la unión de dos palabras: Water (agua) y Shiatsu, la milenaria técnica japonesa de sanación. Watsu es, entonces, Shiatsu en el agua. O, dicho en términos más simples: un masaje  flotante.

Con la ayuda de un terapeuta, el cuerpo del paciente flota cómodamente en una piscina con agua temperada entre 34º y 36º. Así, mientras los músculos son masajeados, las articulaciones movilizadas, los tejidos estirados y los canales energéticos abiertos, el agua se encarga de mecer agradablemente el cuerpo.

Tener el cuerpo sumergido en el agua permite aprovechar el estado de ingravidez para liberar los músculos y las articulaciones. Como este contacto genera, además, una gran libertad de movimientos, esta técnica de masaje resulta ser una de las más relajantes que existe.

Precisamente ésta es una característica fundamental que diferencia al Watsu de otras terapias corporales, ya que el estado de ingravidez provocado por el agua genera las condiciones ideales de paz, relajación y calidez necesarias para que un masaje trascienda lo físico y alcance la esencia fundamental del Ser.

El Watsu es empleado por kinesiólogos, masajistas y otros profesionales corporales en todo el mundo para tratar estrés, dolores crónicos, artritis, fibromialgia, desórdenes del sueño y muchas otras afecciones.

La sesión de Watsu: una experiencia única

Uno de los motivos del crecimiento de la popularidad de esta técnica es que cada sesión de Watsu es única. Puede ser una agradable experiencia de relajación y estiramiento corporal pero, también, convertirse en una profunda experiencia capaz de producir varios estados de transformación, tanto en los niveles físicos como emocionales.

El agua aliviana el peso de las vértebras, permitiendo a la columna vertebral abrirse y moverse libremente, sin las usuales restricciones producidas por la gravedad y las tensiones musculares.

Suaves torsiones e inclinaciones ayudan a aliviar la presión que una rígida columna vertebral puede estar ejerciendo sobre los músculos y nervios, eliminando así cualquier disfunción de los órganos relacionados con ellos y afectados por esa presión. El Watsu estira los músculos de una manera suave y gradual, mejorando la circulación sanguínea y facilitando la eliminación de metabolitos dañinos. Además, refuerza el funcionamiento de los músculos y aumenta su flexibilidad.

Colocando al paciente en distintas posiciones llamadas cunas y sillas, el terapeuta abre el acceso a diferentes áreas del cuerpo, las que se masajean y son mecidas suavemente, recordando y reprogramando la mente corporal sobre los movimientos, que se sienten naturales y agradables.

Los puntos de acupresión, llamados tsubos, se presionan de acuerdo al ritmo de la respiración, restaurando el flujo armonioso del Chi (energía de vida) a través del cuerpo. También se autonivelan sutiles campos de energía corporal, conocidos como chacras, ayudando a ecualizar la armonía entre diferentes centros energéticos y emocionales del cuerpo. Es común que durante una sesión surjan diversas emociones. Los traumas y temores guardados en el cuerpo, como tensiones musculares o patrones habituales de movimiento, tienden a aparecer en forma transitoria cuando estas tensiones y restricciones se liberan. Muchos pacientes manifiestan que reaparecen temas no resueltos y antiguos recuerdos.

El estiramiento extensivo y los lentos movimientos rítmicos del Watsu permiten que este surgimiento de emociones pasadas sean liberadas en el proceso del flujo continuo. También, a menudo, la sensación de felicidad, que naturalmente está presente en todas las personas y que suele inhibirse con tensiones físicas y emocionales, surge nuevamente.

Cualquiera que sea la razón que inicialmente trae a la gente a experimentar Watsu, casi todos reconocen un cambio en su manera de relacionarse con los demás. Esta forma tan enriquecedora de trabajo corporal ayuda a renovar el sentido de conexión y unificación con lo que nos rodea. El confiar en que otra persona nos sostenga, y que esté con nosotros respetando los movimientos que surjan en forma natural, ayuda a experimentar una acogida incondicional. Así, Watsu se presenta como un medio en el que cualquier herida de separación que llevemos puede ser sanada.

Liberado de tensiones, el cuerpo redescubre la libertad de movimientos y aumenta su energía. Pero, al aceptar y compartir con otros un espacio de vulnerabilidad y apertura, tambien el espíritu alcanza esa libertad de expresión y alegría

Es decir que el Watsu, además de un masaje para aliviar molestias, es una vuelta al estado fetal y un expandirse más allá del todo. Es terapia corporal, paz mental y un volver a la espiritualidad. Para definirlo en una palabra: sanación.

Aplicaciones concretas del Watsu

Watsu promueve el bienestar general, prestando apoyo en prevenir enfermedades causadas por estrés y patrones de movimiento poco fisiológicos. Es usado para aliviar un gran número de alteraciones físicas y psicológicas en niños y adultos. No es necesario saber nadar. Watsu respeta las limitaciones y capacidades físicas de cada cuerpo. Por eso es posible aplicarlo a todo tipo de personas, independientemente de su edad y contextura física.

Debido a que la vivencia de Watsu se graba en la memoria celular del cuerpo, y sus resultados permanecen en la persona que la recibe, esta terapia corporal está siendo cada vez más importante y se está aplicando en centros de rehabilitación de estados Unidos y Europa. Se aplica especialmente a pacientes, tanto niños como adultos, con enfermedades osteomusculares crónicas (artritis reumática, fibromialgia, etc.) y enfermedades neuromusculares agudas y crónicas.

Después del primer tratamiento ya pueden presentar un significativo alivio del dolor, así como una clara disminución de la rigidez y la tensión. Pacientes con migrañas severas pueden obtener un alivio permanente. Igualmente se logra buenos avances con niños y adultos que estén severamente impedidos física y mentalmente.

El Watsu ofrece un alivio especial para mujeres embarazadas, ya que permite una conexión intensa entre madre e hijo por compartir el mismo ambiente acuático. Personas que han sufrido accidentes vasculares o daños del sistema nervioso central por otras causas, pueden lograr alivio de la rigidez y espasmos musculares y una clara mejoría de sus habilidades de coordinación, tanto en manualidades como en el caminar. Igualmente, Watsu ayuda a lograr importantes avances a personas que estén en tratamiento psicoterapéutico.