Es un hormigueo o irritación de la piel que provoca el deseo de rascarse en el área afectada. El prurito o picazón puede puede presentarse en todo el cuerpo (generalizado) o únicamente en un lugar (localizado).
Se puede definir al prurito como la sensación que conduce al deseo de rascarse.
En ciertas ocasiones, el prurito suele ser intrínseco de la piel, pero no debido a una enfermedad cutánea con lesiones evidentes, sino que puede deberse a una enfermedad de órganos internos, procesos metabólicos y endocrinológicos, enfermedades hematológicas, estados psicógenos, HIV, manifestaciones de tumores malignos, o ser consecuencias de aplicaciones de medicamentos.
Existen diferentes clasificaciones del prurito, pero la más práctica es aquella que lo diferencia según la localización, la extensión del mismo y según la etiología:
Según la topografía:
– Generalizado: afecta la mayor parte de la superficie corporal
– Localizado: afecta solo ciertas regiones corporales (anal, vulvar, etc.)
Según la etiopatogenia:
– Primitivo: se debe a factores internos o sistémicos.
– Secundarios: si se relacionan con una dermatosis concreta
Causas del prurito
Existen muchas causas para el prurito o picazón, como:
– Piel envejecida.
– Dermatitis atópica.
– Dermatitis de contacto (con hiedra venenosa o roble venenoso).
– Irritantes de contacto (como jabones, químicos o lana).
– Resequedad de la piel.
– Urticaria.
– Mordeduras y picaduras de insectos.
– Parásitos como oxiuros, piojos del cuerpo, piojos de la cabeza, piojos del pubis.
– Pitiriasis rosada.
– Psoriasis.
– Erupciones cutáneas (pueden o no causar picazón).
– Dermatitis seborreica.
– Quemadura solar.
– Infecciones superficiales de la piel como foliculitis e impétigo.
El prurito generalizado puede ser causado por:
– Reacciones alérgicas.
– Infecciones de la niñez (como varicela o sarampión).
– Hepatitis.
– Anemia ferropénica.
– Enfermedad renal.
– Enfermedad hepática con ictericia.
– Embarazo.
– Reacciones a medicamentos y sustancias como antibióticos (penicilina, sulfamidas), oro, griseofulvina, isoniazida, opiáceos, fenotiacinas o vitamina A.
Cuidados en el hogar
Si bien en caso de presentarse prurito persistente o grave se debe consultar con el médico para que haga un diagnóstico y dé instrucciones para el tratamiento, mientras tanto se pueden tomar algunas medidas para ayudar a manejar el prurito.
– Evite rascarse o frotarse las áreas afectadas. Mantenga las uñas cortas con el fin de evitar el daño en la piel al rascarse.
– Utilice ropa de cama fresca y liviana. Evite usar prendas de vestir ásperas, en particular lana, sobre el área afectada.
– Tome baños de agua tibia usando poco jabón y enjuagando completamente. Pruebe con un baño de avena o de maicena para suavizar la piel.
– Aplique una loción suavizante después de bañarse para suavizar y refrescar la piel.
– Utilice una crema humectante sobre la piel, particularmente en los meses secos de invierno, dado que la piel seca es una causa común de prurito.
– Aplique compresas frías en el área afectada.
– Evite exposiciones prolongadas al calor o la humedad excesivos.
– Tome parte en actividades que lo distraigan de la picazón durante el día y que sean lo suficientemente agotadoras para permitir dormir durante la noche.
– Ensaye con antihistamínicos orales de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl), pero sea consciente de los posibles efectos secundarios como la somnolencia.
– Intente con una crema de hidrocortisona de venta libre sobre áreas que presenten picazón.