Stefano Gabbana y Doménico Dolce vuelven a mirar a su tierra: Sicilia. Una colección alegre y luminosa, una oda a las animadas calles de la isla, sus mercados, teatros de marionetas y vacaciones en la playa. Pero lo que más se destaca es la multitud de vestidos a rayas al estilo de los años ’50, los conjuntos de pantalones cortos y las túnicas rayadas en negro, naranja, verde o azul sobre un suave blanco de fondo.