El aspecto más distintivo del trastorno es que los síntomas son activados por acostarse y tratar de relajarse. Como resultado, la mayoría de las personas con RLS (Restless Legs Syndrome) tienen dificultad para conciliar y mantener el sueño. Si no se trata, provoca agotamiento y fatiga durante el día. El Síndrome de las piernas inquietas (RLS por sus siglas en inglés, Restless Legs Syndrome) es un trastorno neurológico caracterizado por sensaciones desagradables en las piernas y un impulso incontrolable de moverse cuando se está descansando, en un esfuerzo para aliviar estas sensaciones.
Las personas a menudo describen las sensaciones del RLS como “quemantes”, como si algo se les deslizara, o como si insectos treparan por el interior de sus piernas.
Estas sensaciones, a menudo llamadas parestesias (sensaciones anormales) o disestesias (sensaciones anormales desagradables), varían en gravedad de desagradables a irritantes, o a dolorosas.
El aspecto más distintivo del trastorno es que los síntomas son activados por el hecho de acostarse y tratar de relajarse. Como resultado, la mayoría de las personas con RLS tienen dificultad para conciliar y mantener el sueño. Si no se trata, el trastorno provoca agotamiento y fatiga durante el día.
Muchas personas con RLS sostienen que su trabajo, sus relaciones personales y las actividades diarias resultan muy afectadas como resultado del cansancio. A menudo no se pueden concentrar, tienen la memoria deteriorada, o fallan en el cumplimiento de sus tareas cotidianas.
Las sensaciones de hormigueo, tirantez y dolor suelen producirse en la zona de la pantorrilla, pero pueden afectar a cualquier parte de la pierna, desde el muslo hasta el tobillo. Una o ambas piernas pueden estar afectadas.
En algunas personas, las sensaciones también se producen en los brazos.
Las personas con RLS tienen una necesidad irresistible de mover la extremidad afectada cuando se producen esas sensaciones.
Causas
Se cree que en algunos casos es hereditario, y en otros se ha asociado con daños en los nervios de las piernas debidas a la diabetes, a problemas en el riñón o al alcoholismo.
El RLS también puede ser el efecto secundario de la compresión de una raíz nerviosa en la zona inferior de la espalda, de la deficiencia de vitaminas o de la ingesta excesiva de cafeína (contenida en el café y las gaseosas cola por ejemplo).
Otros estudios indican que el RLS puede ser causado por enfermedades como el Mal de Parkinson y artritis reumatoidea, los últimos meses de embarazo de una mujer, deficiencia de hierro, anemia, lesiones neurológicas y efectos colaterales de las drogas.
Otras condiciones que se cree contribuyen al RLS son la apnea del sueño, narcolepsia, venas varicosas, problemas de tiroides o problemas con manos o pies nerviosos.
Esta afección afecta a cerca del 10 por ciento de la población.
La mayoría de las sensaciones desagradables aparecen cuando la persona con RLS está acostada o sentada durante un período largo de tiempo, causando la necesidad de mover las piernas para aliviar temporalmente los síntomas.
Para calmarse la persona estira, dobla o frota las piernas, se sacude o da vueltas en la cama, o se levanta y camina.
Diagnóstico
El médico puede diagnosticar RLS sobre la base de signos y síntomas, un historial médico completo y un examen físico. Además, los exámenes que se pueden realizar incluyen análisis o estudios del sueño.
En la actualidad, no existe un examen definitivo para diagnosticar el síndrome de piernas inquietas, pero el tratamiento es determinado en base a la edad, estado de salud general, e historial médico, el grado de la enfermedad, su tolerancia a medicamentos, procedimientos o terapias específicos y las expectativas sobre el curso de la enfermedad.
Las opciones de tratamiento pueden incluir la implementación de un programa de buenos hábitos de sueño, la eliminación de actividades que empeoren los síntomas, una dieta bien balanceada y medicamentos aprobados para el tratamiento del RLS.
Este síndrome ocurre en ambos sexos, pero la incidencia puede ser ligeramente mayor en las mujeres.
Aunque el síndrome puede comenzar a cualquier edad, aún en la infancia, la mayoría de los pacientes severamente afectados son de edad media o mayores.
Además, la severidad del trastorno aumenta con la edad, ya que los mayores sufren los síntomas con más frecuencia y durante períodos de tiempo más largos.
PLMD: Síndrome de Movimientos Periódicos de las Piernas
También existe un trastorno llamado Síndrome de Movimientos Periódicos de las Piernas, conocido por sus siglas en inglés PLMD (Periodic Limb Movement Disorder). Más del 80% de las personas con RLS también sufren de esta dolencia.
El PLMD se caracteriza por movimientos involuntarios bruscos de las piernas, como jalones o tirones, que ocurren durante el sueño, generalmente con una frecuencia de 10 a 60 segundos, a veces durante toda la noche.
Estos síntomas hacen que el paciente se despierte repetidamente e interrumpen severamente el sueño.
A diferencia del RLS, los movimientos causados por el PLMD son involuntarios.
Aunque muchos pacientes con este síndrome también desarrollan el síndrome de movimientos periódicos de las piernas (PLMD), la mayoría de las personas con este trastorno no sufren de RLS.
Tratamiento
Pese a que el tratamiento médico primario suele hacerse mediante el uso de medicamentos, existen métodos alternativos para tratar este trastorno.
Masajear los miembros inferiores de una persona con estas condiciones, puede incrementar la circulación de las piernas y ayuda a reducir la severidad de estas sensaciones.
También resulta positivo remojar el cuerpo en un baño de agua tibia, así como aplicar packs de hielo a la zona específica de las dolencias.
Los especialistas del masaje deben también recomendar a los pacientes que realicen ejercicio moderado, para promover la sana circulación de sangre por el cuerpo.
De todas maneras, siempre es necesario trabajar en interconsulta con un médico para analizar cada caso en particular.