Feng Shui, viento y agua, es resumido por los maestros chinos antiguos como el arte de encauzar y conservar el Qi o energía vital, en un intento de mejorar las condiciones ambientales que fomentan la vida, la salud y la armonía general. Las palabras Feng Shui se traducen como viento y agua, y representan un conjunto profundo de conocimientos que tienen sus raíces en la observación de las fuerzas y formas que rodean a la naturaleza.
Feng Shui es resumido por los maestros antiguos como el arte de encauzar y conservar el Qi o energía vital, en un intento de mejorar las condiciones ambientales que fomentan la vida, la salud y armonía general.
Existe un texto clásico de geomancia china llamado Zangshu, del maestro Guo Pu (276-324 d.c), que dice: «El Qi [energía] viaja y se dispersa con el viento pero se retiene en presencia del Agua».
Esta frase nos aclara sobre el origen del termino Feng Shui (viento y agua) como el arte de canalizar y conservar el Qi.
Apreciar instintivamente que ciertos lugares son favorables para el desarrollo positivo de las cosas y otros no, esta captando ciertos principios sobre el arte del Feng Shui.
Un lugar con buen Feng Shui facilita la afluencia de corrientes positivas al espacio influyendo en la vida de sus habitantes.
Estas corrientes benéficas se traducen generalmente como buena salud, estabilidad familiar, éxito en los proyectos, o lo que algunas personas llaman facilidades o «suerte».
Es evidente que el destino personal no esta escrito irremisiblemente en el entorno exterior, pues existen hechos más profundos en la vida de que cada ser humano.
El Feng Shui tiene su propio marco y no significa una panacea, actúa solo facilitando ciertos movimientos, tal como remar a favor del viento o aprovechar el flujo de una corriente de agua.
En cambio, un lugar con mal Feng Shui puede parecerse a un terreno poco fértil, que demanda continuos cuidados y atenciones para salir adelante.
Si contamos con un entorno claramente nocivo y escasa energía de nuestra parte este puede terminar subyugando nuestros mejores propósitos e intenciones.
El entorno representa una «voluntad constante» que tiene su propia fuerza y dirección. Lo más sabio es comprenderlo teniendo la posibilidad de adaptarnos a sus diferentes movimientos.
El estudio profundo del Feng Shui puede acercarnos a la comprensión de la energía ambiental en sus múltiples aspectos, un hecho que puede permitirnos encontrar lugares sanos que promueven nuestra vitalidad o salud esencial, base principal de otros logros.