Existe una gran cantidad de agentes fotorreactivos que, con una leve exposición al sol, pueden causar, por ejemplo: bronceado exagerado, daño ocular, reacciones alérgicas, herpes o potenciar un eritema hasta causar quemaduras importantes. Tanto la luz natural como la artificial (camas solares) son fotosensibilizantes que causan cambios químicos en la persona, incrementando su sensibilidad a la luz y generándole fotosensibilidad.
Medicaciones, aditivos en las comidas y otros agentes fotorreactivos derivados del petróleo como los encontrados, por ejemplo, en desodorantes, jabones antibacterianos, edulcorantes y naftalina.
También debemos agregar otro muy interesante, un químico que se inyecta en la piel durante el tatuaje: el sulfuro de cadmio.
Existe una gran cantidad de agentes fotorreactivos que, con una leve exposición al sol, pueden causar, por ejemplo: bronceado exagerado, daño ocular, reacciones alérgicas, herpes o potenciar un eritema hasta causar quemaduras importantes.
Incluso, a veces, también puede ocasionar daños permanentes en el sistema inmunológico, envejecimiento prematuro de la piel y cáncer.
Fotosensibilidad: precaución y protección
El grado de fotosensibilidad varía con los individuos, pero aquellos con fototipo I son los más susceptibles.
Es importante, entonces, el uso de protectores solares para prevenir la fotosensibilidad.
Por supuesto, en la medida que se cumpla la recomendación del dermatólogo y que sea usado correctamente.
También hay que destacar que si se está tomando algun antibiótico, antihistamínico antidepresivo o algún calmante, se debe tener el doble de precaución al exponerse al sol.
Beatriz Del Federico