La terapia celular o celuloterapia es un método terapéutico basado en el empleo de células frescas para regenerar los tejidos, órganos y revitalizar el cuerpo, razón por la cual también es llamada vacuna antienvejecimiento. La terapia celular o celuloterapia es un método terapéutico desarrollado en Suiza por el profesor Paul Niehans (dueño de la clínica La Prairie). Está basada en el empleo de células frescas para regenerar los tejidos, órganos y revitalizar el cuerpo, razón por la cual también es llamada vacuna antienvejecimiento
Es un procedimiento efectivo para la recuperación de funciones celulares deterioradas por el proceso normal de envejecimiento.
Esta terapia orgánica molecular tiene por objetivo revitalizar y tratar todo tipo enfermedades degenerativas. De allí su empleo en los casos de enfermedades por inmunoalteraciones (psorasis lupus y reuma); por alteraciones metabólicas y funcionales (diabetes, insuficiencia hepática y renal); por desgaste de edad (artrosis, arteriosclerosis senil, pérdidas de la memoria y menopausia), y por sobreexigencias (stress, síndrome de fatiga crónica, impotencia).
Además, la celuloterapia revitaliza y rejuvenece cualquier órgano o tejido del cuerpo humano.
Células vivas
Son células que conservan sus características naturales, conocidas y aplicadas en el mundo médico desde 1954.
El concentrado de células vivas es un derivado de células embrionales frescas, exentas de virus y bacterias, que contienen una serie de elementos activos biomedicinales.
Estudiadas desde hace varias décadas por científicos suizos, se descubrió que cuando las células que alcanzaron el estadio final de envejecimiento son expuestas durante algunos días a cantidades minúsculas de células frescas, generan diferentes propiedades de rejuvenecimiento. Su morfología cambia el cuadro de vitalidad activa y pueden recuperar propiedades perdidas durante el proceso de envejecimiento.
La celuloterapia es indicada para combatir:
. Menopausia. Andropausia
– Reumatismo.
– Disfunciones sexuales.
– Insuficiencia hepática o renal.
– Deficiencias en el sistema inmunológico.
– Disminución de la capacidad física y mental (fatiga, estrés, cansancio general, pérdida de la memoria).
– Enfermedades relacionadas a las glándulas endocrinas.
Sin embargo, no hay un límite preciso de enfermedades donde la celuloterapia puede emplearse. En la práctica, puede resultar beneficiosa para cualquier disfunción orgánica que se pueda presentar en algún momento de la vida.
Su empleo no tiene límites de edad, y es aplicable incluso en niños (por ejemplo, Síndrome de Down).
Tampoco existe un único y general tratamiento de celuloterapia, sino que cada uno dependerá del caso y la persona. Y determinado por un médico profesional previa evaluación personalizada del paciente.