Como dice un proverbio chino: «El origen de la sonrisa está en los pies». Los pies constituyen una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, son nuestros pilares, ¡aguantan todo nuestro peso!
Como dice un proverbio chino: «El origen de la sonrisa está en los pies». Los pies constituyen una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, son nuestros pilares, ¡aguantan todo nuestro peso!
Aunque no son una estructura vital, en nuestra vida cotidiana nos permiten trabajar, relacionarnos, divertirnos o hacer deporte y, si queremos incorporarles un valor agregado, ¡una gran arma de seducción!
Si bien esta afirmación parece obvia, con frecuencia los descuidamos y nos olvidamos de ellos durante el invierno ”poniéndolos a hibernar” en medias, dentro de botas o calzados cerrados, y acordándonos de ellos cuando vuelve el calor.
A la hora de calzarnos, todavía nos dejamos seducir más por las modas que por conservar la salud de nuestros pies.
Las jornadas ”maratonianas” encima de tacos altos no son la mejor opción si queremos conservar la salud de nuestros pies, articulaciones y espalda. Todo lo contrario. El taco no debe superar los cinco centímetros de altura, en el caso de la mujer, y los cuatro en el hombre, y debe ser ancho, si queremos evitar el dolor al cabo de las horas.
Al caminar sobre tacos muy altos, el centro de gravedad se adelanta y todo el peso del cuerpo recae en el antepié, lo que deriva en problemas de dolor en la planta de los pies, aparición de durezas e, incluso, problemas en las rodillas y gemelos.
Su uso prolongado hace que el gemelo se acorte y ocasione molestos problemas biomecánicos; al acortarse el músculo, el uso del taco se hace adictivo, es decir, la persona siente la gran necesidad de utilizar siempre un elemento que eleve su pie para sentirse cómoda.
Los podólogos de la Universidad de Extremadura (UEx) han comenzado a impartir en los colegios públicos de Plasencia el taller “Piecito y piezote van al podólogo”, con el objetivo de enseñar a los niños de entre tres y seis años la importancia del cuidado e higiene de los pies.
Es importante cuidar la piel de los pies igual que hacemos con el resto de nuestro cuerpo durante todo el año. Aunque en la época invernal estén ocultos, una correcta hidratación, secarse bien los dedos después del baño y visitar al podólogo regularmente son requerimientos fundamentales para mantener la salud de nuestros pies.
Causas más frecuentes de dolor en los pies
– Esfuerzo. Consecuencia de someter los pies a un esfuerzo extraordinario o demasiado grande. Por ejemplo, largas caminatas, exigentes ejercicios físicos o permanecer muchas horas de pie sin sentarse.
– Calzado. Un zapato inadecuado puede causar dolor. Se imponen modas de zapatos que no siempre respetan el bienestar de los pies, especialmente cuando se trata de modelos muy estrechos que dificultan la circulación sanguínea o que están provistos de tacos tan altos que, además de forzar la anatomía del pie, terminan por ocasionar problemas en la columna.
– Problemas circulatorios. Un caso de circulación deficiente puede llegar a producir cansancio y dolor en los pies. Después de un esfuerzo, la sangre se acumula en los pies debido al cansancio que provoca en los músculos de la zona, incapacitándolos para bombearla de vuelta hacia arriba. Es entonces cuando los pies se hinchan y enrojecen. Esta situación es habitual en personas con buena circulación, pero se agrava cuando es deficiente.
– Exceso de peso. Al soportar el peso de todo el cuerpo, la obesidad somete a los pies a un esfuerzo adicional. Provocando, inevitablemente, cansancio y dolor.
Tratamiento estético para pies (sin patologías)
1) Brumizar los pies con una loción refrescante pédica que contenga mentol, alcanfor y dermocide (antimicótico y bactericida). Actúa como vasoconstrictora, descongestionando zonas inflamadas y normalizando la circulación periférica. Sus principios activos aseguran una eficaz acción desodorizante y una agradable sensación de frescura. Evita el cansancio y enrojecimiento de los pies. Enjuagar.
2) Aplicar gasas embebidas en extracto de romero (tonifica y desinflama, además de ser cicatrizante y antiséptico; estimula la cicatrización de las heridas, úlceras de la piel y eccemas) y dejar actuar unos minutos. Enjuagar con agua natural o tibia en invierno.
3) Pulir con crema pulidora corporal en forma meticulosa (en caso de pies con muchas durezas potenciar el pulido con guantes o esponjas abrasivas). Extender el pulido a las pantorrillas. Enjuagar con agua.
4) Realizar un masaje para activar la circulación periférica en pies y piernas con bálsamo pédico o crema con aceite esencial de Romero.
5) Aplicar un vendaje compresivo en pies y piernas embebido en extracto de Castaño de Indias. Dejar 10 minutos. Retirar las vendas sin enjuagar
6) Aplicar una máscara mezclando Máscara de Caolín Neutro con gel refrescante pédico o con gel relax. Aplicar y cubrir con un film. Dejar actuar 15 minutos y retirar con agua tibia o natural.
7) Concluir el tratamiento aplicando una película delgada de crema hidratante con aminoácidos y aloe vera o una emulsión antioxidante con té verde. Masajear hasta su total absorción.
Escribe: Ana Lía Silvera. Esteticista, Cosmetóloga, Aromoterapeuta. Laboratorios Cosmos SRL.